Ayudas económicas orientan a emprender a mujeres

EMPRENDER. Sonia Reasco, de 36 años, confecciona prendas para las mujeres esmeraldeñas. Tiene dos hijos, una adolescente de 15 y un niño de 10 años.
EMPRENDER. Sonia Reasco, de 36 años, confecciona prendas para las mujeres esmeraldeñas. Tiene dos hijos, una adolescente de 15 y un niño de 10 años.

En 2019, 24 mil 454 personas en Esmeraldas eran beneficiarias del bono de desarrollo humano.

En muchos casos son sueños por alcanzar y en otros como 30 mujeres esmeraldeñas, el objetivo de superarse y brindar una oportunidad como ellas un día lo añoraron. Sus historias diversas tienen una similitud, ambas fueron beneficiarias del bono de desarrollo humano.

Aunque algunos consideran este subsidio un gasto no focalizado, para Sonia Reasco, de 36 años, aquello fue el impulso que la motivó a emprender cuando más lo necesitaba. Hace dos años, empoderó sus ideas, compró una máquina de coser y de ahí su talento innato la inició con pequeños trabajos de sastrería, más hoy confecciona hermosos atuendos.

Es madre de dos, una adolescente de 15 y un varón de 10 años, ambos sus pilares fundamentales, en especial su hija que tímida, modela cada uno de los vestidos, crop tops (tentadores) o pijamas que zurce.

Retomó sus estudios en Santo Domingo, es feliz por lo que ha logrado, a futuro espera abrir su propio taller, dar trabajo a más mujeres, pero todo está, no en sueños, sino en el acceso que las instituciones financieras le den a madres solteras como ella.

Empleo

“Hay que ser constante, no darse por vencidas, es difícil empezar, al inicio se venderá poco, pero todo va a llegar”, asiente, Ana Casierra Vera, de 29 años, quien lidera un emprendimiento de jabones artesanales y otros productos de limpieza.

Ella también es beneficiaria del bono de desarrollo humano, y aunque lo fue desde el año pasado, recién en abril logró acceder a él. Este subsidio, tomado como préstamo anual, de 600 dólares, le permitió a ella comprar más materiales para sus productos. Una idea que no nació ahora, sino hace tres años, pero ese impulso económico, le ha permitido dar trabajo a otras tres personas.

Sus primeras palabras las refirió así, porque inició vendiendo poco, uno o dos jabones, hoy entre todos sus productos, con fe y fortaleza, llegan a unos 400 dólares mensuales.

“Silmar”, es el nombre del emprendimiento de esta esmeraldeña, que se compone del nombre de sus dos abuelas Silvia y Marcela, y de la que sus asiduos compradores reflejan solo comentarios positivos que la motivan a seguir y no darse por vencida.

Feria

Sonia y Ana, son dos madres solteras, que conforman un grupo de 30 mujeres beneficiarias del bono de desarrollo humano y que el último martes se reunieron en las instalaciones del Ministerio de Inclusión Económica y Social, MIES, ubicado en la avenida Simón Bolívar, entre Rocafuerte y Juan Montalvo, para dar a conocer cada uno de sus productos.

Rosa Delgado, Técnica del MIES, explica que estas ferias promueven no solo la exposición de los productos de estas mujeres, sino que también impulsan a otras a no limitarse a recibir el dinero del bono, y emprender con él, una idea de negocio.

“A ellas decirles que se puede, que hay que seguir nuestros sueños, podemos tener otro ingreso, trabajar, salir adelante. No se queden sentadas sin hacer nada, que ese dinero que les da el Estado, que lo aprovechen y a trabajarlo”, aconseja Sonia Reasco, emprendedora que pronto tendrá su propia marca de ropa. (JGS)

Para contactar a Ana Casierra Vera, y sus productos de limpieza “Silmar”, pueden encontrarla en Instagram como @silmar_esmeraldas, o a través de sus números de WhatsApp: 099 771 6592 y 099 120 0417.
De apoyar a Sonia Reasco, de 36 años, y su emprendimiento de confecciones de vestidos, tentadores y pijamas, se lo puede hacer al número 099 165 6938.