Adolescentes infractores promueven venta de pan

PRODUCTO. El pan artesanal realizado por manos de adolescentes que buscan reintegrarse en la sociedad para un mejor futuro.
PRODUCTO. El pan artesanal realizado por manos de adolescentes que buscan reintegrarse en la sociedad para un mejor futuro.

En el Centro Adolescente de Infractores (CAI) se promueven espacios para motivar oficios manuales para que una vez cumplida la sentencia puedan reintegrarse a la sociedad.

Para incentivar el desarrollo de habilidades en los adolescentes que purgan una pena en el Centro de Adolescentes Infractores de Esmeraldas, se potencia el taller de panadería dentro del CAI, el producto final es la elaboración de un pan artesanal sabor a canela, coco, chocolate u orégano.

La capacitación forma parte de la reinserción de un joven infractor que debe basarse primero en trabajar sobre los ejes integrales como ser humano, que para el psicólogo Jofre Enríquez, coordinador del centro adolescente de infractores, dice que la parte laboral por medio del dominio de habilidades promueve más seguridad de trabajo y así puedan emprender por sí mismos al cumplir la condena.

El proceso de reinserción y educación en todos los CAI son los encargados de brindar una oportunidad para una vida diferente, se presume que la superpoblación, la pobreza extrema impacta directamente en la salud mental y emocional de un preso.

Alternativas

Al terminar los años de condena los infractores deben optar por alternativas de estabilidad financiera para subsistir, muchos de ellos terminan abandonados por sus familiares y sus condiciones se tornan precarias, por esa razón se adaptan capacitaciones para que dominen una habilidad a favor de no volver a reincidir delictivamente.

Alrededor de 15 menores se encuentran trabajando en el taller de panadería y a través de las constantes clases del CAI, los procesados han ido puliendo el trabajo con la masa y el producto final en el sabor o textura del pan.

Una vez que el pan está listo es empacado para su distribución a diferentes partes de la ciudad de Esmeraldas según haya sido requerido. Los adolescentes participan constantemente de estos talleres, ya que al ser permanentes les permite obtener ingresos de forma propia y honesta.

Los ingresos recaudados de la venta de pan, serán útiles para cubrir cualquier tipo de necesidad, muchos de los menores infractores participantes del taller provienen de familias con escasos recursos o situaciones difíciles.

El dinero se destina para los materiales de aseo, didácticos para artes manuales que supla necesidades básicas y así los jóvenes pueda seguir adelante junto a los demás ejes laboral, alternativo, de salud física o mental y uso de tiempo libre. (KLF)

Entre otras actividades para la venta, los menores también elaboran y comercializan productos de limpieza como desinfectantes y suavizantes para ropa, jabón líquido de manos que servirá en hogares u oficinas.