Con el alza del diésel, los transportistas perciben hasta un 50 y 60% menos de los réditos.
De los 166 buses de transporte urbano en la ciudad de Esmeraldas, solo 83 brindan actualmente el servicio. Una estimación del 50% menos de sus unidades, medida que adoptaron los gerentes de la transportación para paliar la economía de todos los asociados.
Freddy Freire, gerente de la Cooperativa Las Palmas, explica que la disminución del servicio se debe principalmente a la pandemia y al aumento del precio de los combustibles, para ellos el diésel.
De las 90 unidades asociadas a la cooperativa, hoy circulan diariamente 45 de ellas, alternándose los días, por lo que una sola unidad, podría recorrer entre tres o cuatro veces por semana.
La misma situación se presenta en la Compañía Alonso de Illescas, su gerente, Álex Ramírez, sostiene que el alza de los combustibles solo permite operar a 38 unidades de las 76 que agrupa la institución. Más aún, la pérdida de empleos repercute enormemente a su nómina.
“Muchos dueños de buses están prefiriendo conducir sus propias unidades y están retirando a los controladores ante la falta de ingresos que hoy se percibe”, particulariza Ramírez.
Reducción
Con el alza del diésel, los transportistas perciben hasta un 50 y 60% menos de los réditos. Freire, hace esta comparación con las ganancias obtenidas antes de la subida del combustible, en la que el usufructo ascendía a 90 dólares, hoy este llega a 30 o 40 dólares.
Un conductor de bus en la actualidad que circula en la mejor oportunidad, cuatro días a la semana, puede obtener cerca de 640 dólares mensuales, lo que para Ramírez, no genera rentabilidad, teniendo por delante al mantenimiento de la unidad, repuestos y cada 6 meses el cambio de llantas, que entre las más económicas podrían ubicarse en 300 dólares.
En cuanto al gasto diario de combustible, Ramírez recomendó que al día cada unidad llene el tanque una sola vez, pues antes, este valor era de 23 hasta 30 dólares, hoy bordea entre los 40 y 45 dólares.
Medidas
La disminución en la frecuencia de unidades, el alza de combustibles, deudas con la banca y la pandemia, son algunas de las circunstancias por la que el representante de la transportación de la Cooperativa “Las Palmas”, estima correcto hablar sobre un alza en los pasajes.
Freire, considera esta idea, no solo por la situación económica que atraviesa el sector, sino por un estudio técnico realizado en 2012, y que ya colocaba la tarifa en 42 centavos.
Para Ramírez, esta no sería una solución exacta, pues a medida que se siga elevando el precio de los combustibles, ese valor seguirá siendo ínfimo ante las pérdidas que hoy mantienen. Por ello, cree necesario que el gobierno estabilice los precios de los combustibles, y así definir el alza del pasaje.
Además, da una recomendación al Estado, que de no estabilizar los precios, al menos los transportistas puedan regirse al subsidio, considerando ciertos parámetros.
Muy escasamente, el gerente de Esvial, Lenin Chica, se refirió al tema, y si bien el pedido ha llegado hasta la Municipalidad, este no se ha formalizado, por lo que esperará a que el sector transportista lo haga, y así entre en discusión. Por ahora, no ve prudente el alza de los pasajes. (JSG)
De acuerdo con Álex Ramírez, 700 familias subsistirían de la Compañía Alonso de Illescas con trabajos directos o indirectos.