319 alumnos de educación especial continuarán desde la virtualidad

INSTITUCIÓN. Un plan retorno no se contempla en la actualidad para las escuelas de educación especial de Esmeraldas.
INSTITUCIÓN. Un plan retorno no se contempla en la actualidad para las escuelas de educación especial de Esmeraldas.

La deserción escolar es una de las problemáticas a la que se enfrentan las autoridades de educación especial.

El plan de retorno seguro y voluntario a clases que dirige el Ministerio de Educación no contempla aún las unidades educativas de enseñanza especializada que, con la pandemia, la brecha educacional mermó no solo la educación de niños y adolescentes con discapacidad, sino que impuso nuevos desafíos a docentes y representantes.

En Esmeraldas, dos de estos centros son la unidad educativa Guiomar Vera Ramírez, y la Juan Pablo II, que tiene entre su nómina a 163 y 156 alumnos respectivamente.

Ambas autoridades, reconocen que de por sí la educación presencial es complicada, ahora pensar en la educación virtual y más aún especializada, propone vulnerabilidades para los estudiantes, quienes se enfrentan a la deserción por la falta de recursos económicos de sus representantes.

Un ejemplo de ello fue en 2020, año crítico de la pandemia, y que obligó a 26 alumnos de la unidad educativa Juan Pablo II a dejar las aulas. Es decir, de los 162 que iniciaron el año lectivo, solo 136 lo culminaron.

Estrategias

¿Cómo es la educación virtual para niños en el que el docente se vuelve indispensable? Complicada, es la apreciación de Ciro Caicedo, rector de la Juan Pablo II. La estima así, porque hoy no todos los estudiantes y con ello se refiere a los padres, pueden costear el servicio de internet.

Por ello, buscó que las clases sean al menos tres veces a la semana por un lapso de 30 minutos, en el cual el docente a más de enseñar al alumno debe también instruir al padre. Lo ideal para el rector, sería que las clases digitales sean los cinco días de la semana, pero se enfrenta a la desigualdad de otros que tan solo pueden tomar dos.

Por su parte, Ana Patricia Rubiano, rectora de la Guiomar Vera, describe que a esa misma realidad se ha enfrentado durante la pandemia, y que, a más de dar las 3 clases semanales, genera fichas pedagógicas que los padres de familia de escasos recursos deben retirar cada 15 días, para que la educación de sus hijos no se vulnere.

Reapertura

En cuanto a la reapertura de las aulas de estos dos centros especializados, no se tiene aún una fecha estimada para el retorno a clases, al menos así lo precisa Rubiano, quien no lo cree conveniente por el grado de vulnerabilidad de los estudiantes, pero Caicedo, está realizando las gestiones con el distrito de Educación para que les genere una inspección.

Si bien entregó el plan retorno, aún no tiene una respuesta, pero de ser aceptado buscaría en un primer panorama que solo los 22 estudiantes del tercer año de bachillerato puedan regresar. Esto por las prácticas requeridas en su especialización de Servicios Hoteleros. (JSG)

Desafíos y oportunidades

Ambos rectores de las instituciones aseguran que la pandemia ha promovido la actualización de conocimientos de docentes y padres de familia. Y a más de las desigualdades que puede generar la falta de ingresos en los hogares, las clases virtuales también han promovido mayor acercamiento de los padres con los hijos, que, para la educación especializada, es el pilar fundamental que antes no se tenía.

La escuela Guiomar Vera cuenta con solo 27 docentes, precisan al menos tres más por el crecimiento de su población educativa. En cuanto a la  Juan Pablo II4, y que con solo 7 estudiantes menos que su homóloga, lidia la enseñanza con 22 docentes, muchos de ellos con doble función.