La carretera Quinindé-Esmeraldas, una arteria vital para el transporte terrestre en la provincia, se encuentra sumida en un estado de deterioro alarmante. Esta vía, por la que transitan diariamente alrededor de 20.000 vehículos, presenta una serie de puntos críticos que amenazan la seguridad de los conductores y dificultan el tránsito regular.
Según los informes más recientes, se han identificado 60 puntos críticos a lo largo de la ruta Quinindé-Esmeraldas. Estos puntos, caracterizados por socavones, baches profundos y hundimientos en la calzada, representan un riesgo constante para los vehículos que transitan por la zona. Los puntos críticos han sido el escenario de numerosos incidentes y accidentes. Recientemente, un camión de reparto quedó atrapado en un enorme socavón en el kilómetro 57, dejando al conductor lesionado y obligando a una grúa a intervenir para remover el vehículo después de tres horas. Lamentablemente, también se han registrado víctimas fatales. La semana pasada, un turista perdió la vida al introducirse en un cráter en los «cuatro carriles», una sección particularmente peligrosa de la vía.
Señalización Insuficiente
A pesar de los esfuerzos por advertir a los conductores sobre los peligros, la señalización existente resulta insuficiente. Las señales de precaución se encuentran dispersas a lo largo de las curvas, pero no logran prevenir eficazmente los accidentes. El deterioro de la ruta Quinindé-Esmeraldas no solo representa un riesgo para la seguridad vial, sino que también tiene un impacto significativo en el tránsito y la economía de la región. Los socavones y baches obligan a los conductores a invadir el carril contrario o reducir drásticamente la velocidad, provocando interrupciones y retrasos en el tránsito. En el kilómetro 33, un socavón de 10 metros de longitud obliga a los vehículos a invadir el carril opuesto, mientras que en el sector de Chaflú, un hoyo de 15 metros dificulta el paso de manera considerable. Además de los riesgos de seguridad, los puntos críticos también causan daños materiales a los vehículos que transitan por la ruta. Los conductores enfrentan el peligro de reventar llantas, dañar la transmisión, la caja de cambios e incluso sufrir volcamientos.
Impacto Económico
El deterioro de la vía tiene un impacto directo en la economía local y regional. Los retrasos en el transporte de mercancías y la necesidad de reparaciones constantes en los vehículos representan costos adicionales para los transportistas y los conductores, lo que a su vez se traduce en precios más altos para los consumidores finales. Conscientes de la gravedad de la situación, las autoridades han emprendido esfuerzos para rehabilitar la ruta Quinindé-Esmeraldas. Sin embargo, el progreso ha sido lento y los desafíos persisten. En junio del año pasado, se inició un proyecto de rehabilitación a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, contratado por el Ministerio de Transporte. Inicialmente, se identificaron 31 puntos críticos que debían ser abordados en un plazo de seis meses. Lamentablemente, hasta el momento, solo 13 zonas han sido restauradas. Después de un año, los daños se han duplicado, pasando de 31 a 60 puntos críticos. Según el Ministerio de Transporte, los retrasos se deben a demoras en los procesos contractuales de compra de materiales. A pesar de los contratiempos, las autoridades han anunciado que la rehabilitación de la ruta Quinindé-Esmeraldas culminará en agosto de este año. Sin embargo, los conductores y residentes locales permanecen escépticos, dada la magnitud de los daños y los lentos avances registrados hasta el momento. Más allá de los esfuerzos de rehabilitación actuales, es necesario explorar soluciones a largo plazo que aborden las causas subyacentes del deterioro de la ruta Quinindé-Esmeraldas.(DLH)
Colapsa la vía de San Lorenzo del Pailón
La Sala Operativa del ECU 911 Esmeraldas respondió rápidamente a una emergencia esta mañana del jueves 13 de junio tras el colapso de la vía E15, que conduce al cantón San Lorenzo del Pailón. El incidente, reportado a las 07:17 a través de una llamada a la línea única para emergencias 9-1-1, ocurrió a la altura del kilómetro 9, en la zona norte de la provincia de Esmeraldas.
Las intensas lluvias recientes en la región provocaron un socavón significativo en la carretera, interrumpiendo completamente el tráfico en ambas direcciones y dejando incomunicada a la comunidad local. La gravedad de la situación requirió la inmediata coordinación de diversas instituciones para manejar la emergencia y proporcionar la asistencia necesaria en el lugar del colapso.
Desde el Servicio Integrado de Seguridad (SIS) ECU 911 Esmeraldas, se coordinó con miembros de Tránsito de la Policía Nacional y personal de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias (SNGRE). Estos equipos trabajaron en conjunto para evaluar la situación y planificar las acciones de respuesta.
Hasta el cierre de esta edición, se confirmó que parte del equipo caminero del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de San Lorenzo se dirigía al sitio afectado para llevar a cabo tareas emergentes y restaurar la conectividad vial lo más pronto posible.
El socavón se produjo en el barrio ‘La Florida’, cerca del kilómetro 19, agravando la situación para los residentes que dependen de esta vía para su movilidad diaria. Las autoridades continúan monitoreando el área y trabajan para resolver la situación de la manera más segura y eficiente posible.(JNG)