El sitio luce desolado, lleno de escombros, basura y representa un foco de inseguridad por las noches aseguran los comerciantes
Lo que antes era un mercado conocido como 15 de marzo hace un año se convirtió en un espacio abandonado, sin presencia de comerciantes y a la deriva. Antes la zona era ocupada por una Asociación que la conformaban 60 mujeres y 4 hombres comerciantes quienes expendían variedad de productos de primera necesidad, entre verduras, mariscos y demás a la comunidad esmeraldeña, pero hace 12 meses fueron desalojados del lugar para ahora observar partes de infraestructura de lo que fue en algún momento un mercado con afluencia comercial, a unos cuantos metros del Terminal Terrestre del cantón Esmeraldas.
Panorama
El cantón Esmeraldas cuenta con un mercado oficial y dos espacios informales ubicados al Sur del cantón y el otro en el sector 15 de marzo cerca del terminal terrestre. María Montaño, secretaria de la asociación del mercadito del Sur, expresa que el terreno donde funcionaba el mercado era ajena y los dueños pedían el espacio, es por ello que se presentaron ciertos problemas internos entre los comerciantes y otra comerciantes lo que les obligó a salir a la mayoría de apoco del sitio para evitar mayor inconvenientes.
Una comerciante de mariscos alega que antes el mercado estaba ocupado por quioscos de madera, negocios donde se expendía desde verdura hasta mariscos. Tras el desalojo parte de los comerciantes de la asociación que tenían mayor producto obtaron por trasladarse y arrendar un terreno más abajo donde construyeron desde sus bolsillos locales pequeños de ladrillo y por el cual pagan 70 dólares de arriendo, aparte el pago de energía y agua.
De la infraestructura ya no queda casi nada, ahora luce un espacio amplio y vacío soportando los estragos del polvo, sol o lluvia y se logra identificar entre las paredes un listado de lo que antes se expendía en el sitio, mientras en otro extremo se evidencia parte de los baños abandonados.
Foco de inseguridad
Debido al abandono del sitio todavía no se ha presentado hechos negativos sin embargo el espacio en horas de la noche se vuelve inseguro porque personas ajenas aprovechan la oscuridad y se ubican en el espacio a fumar o delinquir, lo cual preocupa a la comunidad que habita en el sitio y a los mismos comerciantes. En el sector existen casas aledañas, negocios de comida, niños, adultos mayores que están propensos a sufrir eventualidades negativas. Es por ello que su población apela a que la policía nacional realicen nuevamente operativos para mantener seguro el espacio. “Por las noches el olor de tabaco es fuerte, no se le ocurra pasar por ahí”, asegura una ciudadana quien hasta las 6 pm comenta que ya no se puede transitar por las calles que colindan con el ex mercado.
Antes cuando estaba ocupado el sector comercial la policía hacia rondas diarias de seguridad, pero ahora la gente de noche no pasa caminando prefieren transportarse en taxi o vehículo propio hasta sus destinos o terminal.
Aspiraciones
Las aspiraciones de los comerciantes que trabajan en la zona es tener un lugar donde ubicarse con mejores condiciones para atención al consumidor esmeraldeño. “Yo en el mercado del centro pagaba 8 dólares, ahora pagamos 70 dólares de arriendo, agua y luz aparte”, dijo una comerciante. Subir el precio de sus productos en este caso el coco que expende no le resulta factible asegura la mujer porque la gente se ahuyenta, mientras tanto se mantiene activa en el negocio todos los días en miras de algún rato pertenecer a un mercado digno y formal de la gente trabajadora comenta.
Mientras que Montaño alega que existe una ONG que quiere construir un mercado para la asociación pero para ello se necesita el terreno. “Tenemos una ONG que nos quiere construir el espacio de un mercadito”. Ahora están en la búsqueda de un espacio propio para construir desde cero, con baños, espacios reconfortarles. Según los comerciantes sería factible este proyecto de construcción más arriba de donde antes era el mercado, sin embargo para ello necesitan gestionar con los dueños de esos terrenos.
Estamos en la lucha aseguran los expendedores de legumbres porque Esmeraldas se merece un mercado en la zona sur, al ser un cantón merece variedad de espacios adecuados y dignos del ciudadano.