Un lamentable fin de semana en medio de una crisis ambiental sobrepasa todas capacidades de respuesta en Esmeraldas, miles de familias afectadas, sin agua y metales pesados en el aire agravan la situación, la ruptura de un oleoducto en Quinindé fue el epicentro de esta crisis.
El derrame de petróleo en el río Viche ha generado una grave crisis medioambiental, afectando a las comunidades cercanas. Los residentes han reportado problemas de salud, como alergias, debido al fuerte olor y la contaminación del aire. En el centro de salud local, se han atendido aproximadamente 25 personas con síntomas relacionados con la exposición al crudo.
Agricultores y ganaderos en alerta por contaminación
Los agricultores de la zona expresan su preocupación por los cultivos y el ganado, ya que el petróleo ha llegado a sus terrenos. El banano, uno de los principales productos de la región, está en riesgo, al igual que el ganado, que consume agua del río contaminado. Los peces y otras especies acuáticas también enfrentan un peligro inminente, lo que podría afectar el ecosistema local a largo plazo.
Servicios de agua suspendidos
La empresa local de agua suspendió sus servicios en la región debido al alto riesgo de contaminación en el sistema de agua potable. Mientras tanto, la compañía petrolera responsable del oleoducto aún no ha proporcionado detalles sobre la cantidad de crudo derramado. Las autoridades estiman que la limpieza tomará varios días, pero la recuperación de la flora y fauna afectada podría extenderse por mucho más tiempo.
Emergencia en la provincia de Esmeraldas
Un derrame de crudo ha generado una crisis ambiental y sanitaria en la provincia de Esmeraldas, afectando a más de 50,000 habitantes y a tres cantones de la región. El incidente ha contaminado las fuentes de agua potable, dejando a la población sin acceso a este recurso vital por un período estimado de entre 15 días y varios meses. Las autoridades locales han declarado el sistema de agua potable en estado de emergencia y están analizando soluciones urgentes para mitigar el impacto.
Esmeraldas, conocida por su riqueza natural y su atractivo turístico, enfrenta una situación crítica. El derrame no solo ha afectado a los residentes, sino que también ha puesto en riesgo la economía local, que depende en gran medida del turismo. Los habitantes exigen respuestas y responsabilidades por los daños causados, mientras las autoridades buscan alternativas para abastecer de agua a la población, incluyendo la posibilidad de traer agua desde San Lorenzo o recurrir a sistemas regionales de abastecimiento.
Llamado internacional
La gravedad de la situación ha llevado a las autoridades locales a solicitar apoyo técnico y financiero a nivel nacional e internacional. La catástrofe ambiental sobrepasa las capacidades locales, y se requiere una intervención inmediata para evitar consecuencias mayores. Mientras tanto, la población sigue enfrentando dificultades para acceder a agua potable, lo que ha generado preocupación por la salud pública y el bienestar de las comunidades afectadas.
Más de 200 tanqueros de petróleo extraídos
Más de 200 tanqueros de petróleo han sido extraídos de los ríos Caple y Viche en Quinindé, Esmeraldas, tras un derrame de crudo que ha afectado gravemente los ecosistemas locales. El operativo, realizado por Petroecuador, incluye la movilización de decenas de tanqueros pipas, motores, bombas de gran capacidad, técnicos y obreros, quienes trabajan sin descanso para contener y limpiar el hidrocarburo derramado. Desde el día del incidente hasta la mañana de este domingo, se ha logrado recoger una cantidad significativa de crudo, aunque las tareas de remediación podrían extenderse por meses e incluso años. El derrame ha dejado una profunda huella en los ecosistemas de la zona. En el puente de ingreso a la parroquia Cube, sector El Roto, se observa una espesa capa de petróleo que ha cubierto por completo el espejo de agua, alterando la corriente natural del río. Las técnicas de bloqueo, como el uso de boyas de contención, han permitido succionar el crudo, pero la magnitud del daño es evidente. Además del impacto ambiental, las comunidades locales enfrentan una realidad paralela: la afectación a sus medios de vida, como la pesca y la agricultura, ha generado una crisis social que está siendo utilizada por las corrientes políticas dominantes del país para obtener réditos políticos, en lugar de unirse para maximizar la ayuda a los afectados.
Largo camino hacia la remediación
Aunque el operativo de limpieza avanza, las tareas de remediación ambiental y social serán extensas. Expertos señalan que la recuperación de los ecosistemas afectados podría tomar años, mientras que las comunidades locales necesitarán apoyo continuo para superar las consecuencias del derrame. Mientras tanto, la polarización política en torno al incidente ha dificultado la implementación de soluciones integrales. La falta de unidad entre los actores políticos ha generado acusaciones mutuas, desviando la atención de lo más urgente: la atención a las personas afectadas y la protección del medio ambiente.
Respuesta del Gobierno
Con la presencia de la Ministra de Energía, Inés Manzano, y la Ministra de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, María Cristina Recalde, se llevó a cabo en Esmeraldas una reunión del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional. El objetivo fue analizar las acciones necesarias para enfrentar los graves problemas generados por el derrame de crudo ocurrido días atrás en El Vergel de Quinindé. Este incidente ha afectado gravemente a la provincia, especialmente en los cantones de Esmeraldas, Atacames y Rioverde, donde la falta de agua potable se ha convertido en una crisis.
Crisis Hídrica
Uno de los temas centrales de la reunión fue la paralización de la planta de tratamiento de agua de San Mateo, debido a la presencia de crudo en las aguas del río Esmeraldas. Esta situación ha dejado sin suministro de agua potable a miles de habitantes de los cantones mencionados, generando preocupación entre las autoridades y la población. La contaminación del río no solo afecta el acceso al líquido vital, sino que también pone en riesgo la salud de las comunidades y el ecosistema local. Las autoridades buscan soluciones inmediatas para restablecer el servicio y mitigar los impactos ambientales. (DLH)