Comer cangrejo azul o rojo se ha convertido casi en un ritual para degustar con amigos o en familia.
El Cangrejo azul es un crustáceo terrestre, que se alimenta de hojas de manglar y vegetación circundante, y se encuentra en mayor concentración en el norte de la provincia de Esmeraldas, caracterizado por una armadura azul oscuro, vientre anaranjado y diez patas rojas. Para Rosa Angulo, este crustáceo es muy apetecido en diferentes preparaciones.
El biólogo Armando García, que ha trabajado en el cultivo artificial y conservación de este crustáceo, explica que el cangrejo azul vive en tierra firme; como alimento utiliza las raíces de los manglares; la técnica de captura tradicional es con trampas, luego se lo consigna en ‘chiqueros’ para engorde, de donde es embalado y colocado en el mercado de consumo.
Criadero
Para criarlos en los chiqueros utilizan como alimentación piña, plátano maduro, caña de azúcar, hojas de palmicha, y semillas de nato y coco; la mortalidad en la cría en corrales es alta, por lo que se busca nuevas técnicas de cría en cautiverio.
Los cangrejos azules, también son considerados guardianes de una rica biodiversidad animal y vegetal e importante fuente de sustento para las comunidades locales, por lo que este crustáceo producido en los manglares de Esmeraldas, es el más degustado en la provincia por habitantes y extranjeros porque tiene un sabor más concentrado, por lo que, en la tierra verde es el más cotizado, indicó el comensal Carlos Abad, habitante del cantón Rioverde.
Sin embargo, este no es precisamente uno de los crustáceos de mayor demanda comercial a nivel nacional, posiblemente por su sabor diferente, que es un poco más dulce, asimismo porque se captura bajo pedido y solo se lo encuentra en Esmeraldas, señala el gastrónomo Harold Mosquera.
Cangrejo rojo
El cangrejo rojo en cambio que se consume en casi todas las provincias de Ecuador, se ha convertido en el crustáceo más comercial, comúnmente se lo denomina guariche, con cuerpo oval y con la superficie de caparazón lisa y brillosa. La talla media es de 9 centímetros de ancho.
Este crustáceo también vive en el manglar. García menciona que estos bosques crecen en lagunas que conectan el agua salada con el agua dulce, formando los ecosistemas “más productivos y más complejos del planeta”, desde el punto de vista biológico.
“Manejan impresionantes mecanismos fisiológicos que les permite tolerar la sal, la exposición al oleaje y los cambios frecuentes del nivel del agua por mareas y otros fenómenos oceánicos y climatológicos”, recalca. (MFC)