La clase trabajadora recibirá para 2022 como un aguinaldo navideño, el incremento de $ 25 al SBU, fue una de las promesas de campaña que se está cumpliendo, al menos en su primer tramo. Aunque el beneficio sólo llegará quienes gozan de empleo con salario básico, no llegará a la gran masa de ecuatorianos que hoy engrosan las filas del desempleo, obviamente tampoco se beneficiarán aquellos que ganen más del salario básico, pero sí tendrán que pagar más por multas y sanciones calculadas en base al SBU.
Han surgido opiniones contrapuestas, siendo las más antagónicas las del empresariado, quienes han calificado la medida de populista, demagógica y antitécnica, a estas voces se suman algunos analistas económicos. Se esgrimen alarmantes argumentos como la desmotivación de los empleadores a crear nuevos empleos y posible reducción de sus nóminas, a fin de reducir gastos operativos, pues el incremento supone también una cascada de elevaciones en los beneficios de ley de la clase trabajadora.
Se dice que el alza se trasladará a los precios finales en las cadenas de producción, y seremos todos los que terminemos pagándola, ante la inminente carestía que puede producirse. Estas y otras razones que se perciben justificadas, son esgrimidas por quienes ven con mucho recelo el incremento. El presidente Lasso ha dicho con firmeza que los $ 25 van, minimizando tales impactos. Creemos que será positivo para la reactivación económica, pues según lo previsto paralelo al incremento viene la otra oferta de campaña: préstamos para producción a 30 años y al 1 % priorizando el apoyo a emprendedores, lo que absorberá mayor mano de obra.
Aún falta el 75 % de lo prometido y podríamos caer en una escalada inflacionaria tipo Venezuela. Pero eso no sucederá, nosotros manejamos dólares, no moneda local; ya hemos visto que el nuevo SUCRE, Sistema Único de Cambio Regional, sólo sirvió para lavar el gran saqueo narcosocialista; es el dólar americano el que hasta hoy nos ha salvado de una debacle económica. Nuestro presidente sabe de economía y merece un voto confianza; me alegra porque se les enfría el pavimento y la Asamblea a los golpistas, y me alegra sobre todo por los obreros y trabajadores del Ecuador. Feliz Navidad.
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