Asamblea algarete

CARLOS CONCHA JIJÓN
CARLOS CONCHA JIJÓN

Desde hace algunos años parecería que la Asamblea deambula sin señales de marcar un distanciamiento positivo de su estancamiento, que se traduzca en ideas sensatas nacidas de un razonamiento ejemplar, que coadyuve a resolver los problemas del país.

Las disputas en la Asamblea, aparecen como impulsadas a generar pugilatos verbales, que no tienen sentido, pues convierten a la Asamblea en un cuadrilátero, en donde se sacan hasta el alma. Muchas veces se ha visto un baile en la Asamblea al compás de las ofertas sobre las comisiones, para entrar más tarde en el “toma y daca” y otras travesuras más.

En esa Asamblea hemos encontrado honorables de la patria de toda índole y algunos que llegan sin merecerlo, por esas cosas de la vida. Hoy tenemos una Asamblea que brilla por sus matices, que parecerían aromas de perturbación del orden constitucional, mediante aullidos de una oposición ciega más probablemente dirigida desde el exterior, “como un parto de los montes”, para crear expectativas que conduzcan al escándalo y la desacreditación del gobierno, en lugar, con un sentido de patria y buenos ciudadanos aunar esfuerzos para sacar al país de la tragedia que nos envolvió durante 12 años del correismo en donde fuimos sumidos y ensombrecidos por las argucias de los arquetipos de la inmoralidad y el desastre económico.

Hoy más que nunca, el país necesita el aporte de todos sus ciudadanos, para salir de la crisis y lograr estabilidad económica generando riqueza, con inversión nacional y extranjera y las reglas claras como lo plantea el gobierno en la situación; social, política y económica, etc., por lo que atraviesa el país, en donde debe primar la sensatez para lograr conducirnos por el camino correcto encontrando soluciones efectivas a todos los males, para satisfacción de la colectividad ecuatoriana.