Armas de Fuego ¿Escudo o Espada?

FABRICIO GUERRERO
FABRICIO GUERRERO

El 9 de octubre la alcaldesa de Guayaquil entregó al Ejecutivo el Proyecto de Ley Por la vida y protección ciudadana que ampara el porte de armas de fuego con una serie de pruebas. Con el debate sobre la posesión o tenencia de armas de fuego sobre la mesa, cabe preguntarse ¿Las armas de fuego son una herramienta para la defensa personal?

Hubo un tiempo donde era legal portar armas de fuego. “Mis mejores amigos son mis cigarrillos y mis pistolas” frase célebre para León Febres Cordero. Cabe destacar que la época del León blanco también fue la época con más casos de vulneraciones a los derechos humanos. Si existe una facilidad para acceder a armas de fuego y una proliferación de estas, los derechos humanos se encuentran más vulnerables para toda la comunidad en general (Amnistía Internacional).

En Australia después que ocurrieron cuatro tiroteos masivos antes de 1996 se implementaron restricciones más severas para la posesión de armas de fuego ¿Los resultados? Jamás hubo otro tiroteo masivo. Por otro lado, en Estados Unidos, según Small Arms Survey, hay 89 armas por cada 100 personas ¿Los resultados? 90 tiroteos masivos por año. Facilitar el porte legal de armas conlleva a que la sociedad este más involucrada en actos de violencia por lo que habría al mismo más problemas judiciales y considerando la crisis carcelaria…

Todos conocemos o hemos sido víctimas de un robo con arma de fuego. El miedo y la impotencia son normales pero no por eso, digeribles. Confieso que también he deseado un arma por mi protección, erróneamente pensando que me haría sentir más seguro. Sin embargo, un arma nunca ha sido un escudo, un arma es una espada. No se encuentra seguridad en una espada; Una espada trae la muerte, no da la vida, es una responsabilidad, una carga, una maldición. Aquellos que están dispuestos a empuñar una, deben estar dispuestos a usarla y “aquellos que disparan, deben estar dispuestos a ser disparados” (Lelouch Vi Britannia, 2011)