Agua contaminada

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Las declaraciones públicas hechas por el Jefe de Medio Ambiente de la Prefectura de Esmeraldas, establecen suelto de huesos que las pruebas de agua tomadas del río Esmeraldas son aptas para el uso humano, la Prefecta se lava las manos, hablando de mesas técnicas. Los dos con diferentes discursos, utilizando argumentos artificiosos y estultos esconden la verdad de los hechos.

Lo cierto es que las aguas están contaminadas por los sedimentos. Nos parece que la Prefecta debe informarse más para hacer declaraciones.

La Fiscalía debe iniciar las indagaciones del caso, para castigar con pena de prisión a todos aquellos ciudadanos, que falseando la verdad, hagan  informes sobre el estudio químico de las aguas del río Esmeraldas, contrarios a la verdad.

No se trata de mesas técnicas señora Prefecta, eso es burocracia, tampoco de declaraciones sin fundamento, el tema es que están envenenando las aguas del río Esmeraldas, y con ello también las aguas del océano pacífico, con lo cual están matando a la naturaleza, especies vivas, fauna, flora, y otras, lo que trae como consecuencia la eliminación de plataforma de alimentos básicos para seres humanos, eliminación de plazas de trabajo a pescadores, lo cual es una vulneración a Derechos Humanos consagrados en la Constitución.

Ningún estímulo, ni económico ni político justificada la actitud de los funcionarios de la Prefectura de Esmeraldas, debemos identificar bien a todos ellos para castigarlos en las urnas negándole el voto; la gritería, la publicidad injustificada de que hacen obras, no los hace acreedores de honradez y actuaciones éticas, han quedado como vulgares mentirosos, y se están jugando con la salud y alimentación de nuestro pueblo; es hora de que corrijan su conducta, todo el poder que acumulen, no les va a servir, para que las futuras generaciones, incluidos sus  nietos, puedan alimentarse y tener agua limpia.

Los mentirosos, reciben su castigo tarde o temprano en la misma tierra. No se jueguen con la vida, ya basta de justificar a Manduriacu; asuman una posición más firme y decente en defensa de su pueblo, no se confundan; hay un pueblo cansado de tanto atropello, a punto de estallar.