A través de autogestión, Teresita Quiñónez, administradora del cementerio general de Esmeraldas, obtuvo recursos para agasajar a las 35 personas que trabajan en el camposanto. Cada una recibió un quintal de arroz, un pavo, pierna de cerdo, caramelos y otros productos. Ayer, por la noche disfrutaron de la cena e intercambios de regalo.