Al igual que a muchos, la pandemia del covid-19 le redujo a cero sus escasos ingresos económicos. Un adulto mayor espera ayuda.
Mientras el artículo 36 de la Constitución dispone atención prioritaria y especializada para los adultos mayores, Gualberto Matalinares, de 70 años, dice que el Estado se ha olvidado de ellos.
Él habita junto a su esposa Lucrecia Arroyo de 67 años, en una humilde vivienda de madera, caña y hojas de zinc, en el sector conocido como ‘La Platanera’ de esta ciudad de Esmeraldas.
Hoy nadie le compra los bombos, cununos, maracas y guasá que construye el adulto mayor; tampoco lo contratan como bombero ni rezandero, oficios que ha realizado por casi 50 años.
Con rasgos afrodescendiente, afirma que por más de dos años ha solicitado al MIES-Esmeraldas que lo inscriban para recibir el Bono, pero todo ha sido inútil, no hay respuesta favorable.
Activan mesa técnica
“Mi esposa y yo vivimos gracias a la Divina Providencia y al señor Ramón Angulo, quien se dedica al negocio de la madera en ‘La Platanera’ y nos ayuda con alimentos”, aseguró Gualberto.
Oriundo de la parroquia Montalvo, comentó que todavía tiene fuerzas y puede trabajar enseñando a construir y tocar instrumentos ancestrales, por lo que se pone a órdenes de las autoridades locales.
Sobre el tema, Náyade Angulo, presidenta del Consejo Consultivo en Esmeraldas, explicó que el 7% de la población del cantón Esmeraldas es adulta mayor.
Desde ese organismo vienen impulsando procesos de exigibilidad porque se brinde atención preferente y respeten los derechos de este grupo de atención prioritaria.
Por lo pronto ya activaron la mesa técnica intersectorial y en 2022 se elaborará la ruta y el plan que protegerá los derechos de las personas mayores de 65 años, “conforme con la ordenanza municipal aprobada recientemente con ese propósito”, expresó Angulo. (AGM)
Náyade Angulo, presidenta del Consejo Consultivo en Esmeraldas, explica que el 7% de la población del cantón Esmeraldas es adulta mayor.