Adictos que salieron del infierno de las drogas

Eduardo tiene 36 años y a los 15 entró al mundo oscuro de las drogas, ahora lleva 10 años alejado del vicio.
Eduardo tiene 36 años y a los 15 entró al mundo oscuro de las drogas, ahora lleva 10 años alejado del vicio.

Con apoyo profesional y aceptando su adicción a las drogas, hoy tres voces cuentan cómo superaron su dependencia a los estupefacientes.

La curiosidad y la influencia de amigos llevó a Eduardo, al mundo de las drogas y el alcohol. A los 15 años probó por primera vez el cannabis o marihuana, en aquel momento pensó que jamás formaría parte de la lista de los adictos, y que podía controlar el vicio. Pero, pasaba el tiempo y también aumentaba su adicción.

“Yo controlo, yo no me engancharé, es la famosa frase, la frase que tantas y tantas veces me dije en aquel momento en donde las drogas terminaron por controlarme. Yo empecé en fiestas nocturnas, luego me junté con amistades que también lo hacían y comencé a fumar marihuana, cocaína, éxtasis, hongos y varias drogas más, hasta llegar a la sobredosis”, recuerda Eduardo.

Él, fue consumidor de diferentes estupefacientes al mismo tiempo durante 10 años. Al día de hoy, después de más de 10 años limpio, puede aceptar que las drogas destruyeron a su familia cuando se enteraron, muchas amistades y su entorno. Pero sostiene que hay formas de salir con especialistas y sobre todo teniendo la fuerza de voluntad de cada uno.

Testimonios

Eduardo, en la actualidad tiene 36 años y estuvo internado por dos ocasiones: la primera vez fue decisión de sus padres, quienes lo llevaron en contra de su voluntad. Estuvo seis meses dentro de un centro de rehabilitación en el cantón Quinindé, pero no duró mucho tiempo que volvió a recaer en el mundo de las drogas.

Sin embargo, luego de hacerse una introspección, de haber sufrido sobredosis y levantarse en un hospital sin recordar nada de lo que había hecho, decidió cambiar y aceptar su adicción a las drogas.

Eduardo en ese tiempo tomó la decisión de internarse y luego de un año de rehabilitación y seguimientos, salió con otro mirar a la vida y pidiendo perdón a su familia. Sigue en recuperación.

Historia similar

Una historia similar es la de un padre de familia de 42 años, su nombre es Porfilio. Él también se involucró en el alcohol cuando tenía 14 años y después de tres años probó droga sólida, posteriormente no quiso probar sustancias nuevas y llegó a consumir de todo buscando refugiarse.

Su familia fue quien vio la perdición en la que estaba por más de cuatro años y decidieron internarlo en un centro fuera de la ciudad.

“Que nadie se engañe, esto mata, pero no sólo a la persona sino a todo lo que le rodea. Mi dolor fue tan grande al separarme de todo lo que me rodeaba y de ver a mi madre sufrir por mí. Hoy mi testimonio es la muestra de que las drogas es una enfermedad que te controla y hay que aceptarlo como primer paso”, relata.

Hoy lleva 20 años sin sustancias y se mantiene en su recuperación, siendo su mayor orgullo. Él junto a Eduardo dan su testimonio a los jóvenes que están internados en la Fundación Redención de Quinindé, un centro de acogida para personas con adicción.

Vivencia

Otro testimonio en carne propia, es el de Karla, de 33 años, quien también ingresó a los 15 años al mundo oscuro de las drogas. Ella relata que fue su pareja de aquel entonces quien la metió y se hizo adicta. Su padre era quien sufría, porque siempre que llegaba a casa drogada, tenía actos de violencia hacia su familia.

“Estar metida en las drogas fue mi peor etapa en la vida. Se lo digo siempre a los jóvenes sobre lo perjudicial que es probar la droga. Lo pasé y uno dice solo será una vez y se convierte en tu adicción. Si te ofrecen no lo pruebes, esa es mi mayor consejo a todos quienes pasan por esta terrible enfermedad”, dice con lágrimas al recordar.

Karla por 8 años no quiso aceptar su adicción y probó desde cocaína hasta llegar a inyectarse la droga. Fue su familia la que acudió a especialistas para que la amarraran y la internaran ya que estaba embarazada.

Por un año pasó en un centro de rehabilitación en la ciudad de Esmeraldas y fue su hijo en el vientre quien le cambió la vida, a quien hoy lo ve y le agradece por haber nacido en el mejor momento. Ella sigue en recuperación y dando charlas a quienes más lo necesitan. (MFC)

Porfilio a los 14 años probó droga sólida, ya tiene 20 años rehabilitado.
Porfilio a los 14 años probó droga sólida, ya tiene 20 años rehabilitado.

Desintoxicación

La especialista en desintoxicación, Carmen Aguayo, explica que nadie sabe antes de consumir droga si es adicto o hasta donde puede ser capaz de llevarle su adicción y aconseja a los padres que pueden ayudar a su hijo proveyéndole la educación a temprana edad acerca de las drogas y el alcohol, estableciendo comunicación, siendo ejemplo modelo positivo y reconociendo y tratando desde el comienzo los problemas que surjan.

El consumo de drogas afecta al 18,65% de la población joven, según la Encuesta Nacional sobre Uso y Consumo de Drogas.