Raquel Irene Ortiz Gómez, esmeraldeña de 36 años de edad, está radicada en Quito y se desempeña como guardia de seguridad en la Universidad Central del Ecuador. “Siempre me gustó esta profesión y cuando tuve la oportunidad de realizarla no lo dude, pues no hay cosa más bonita que hacer algo que a uno le gusta, comentó. “La profesión si es bastante complicada, porque depende del lugar donde te envíen, son las circunstancias que se presentan. Entre rondas, informes, reportar novedades y si hay inconvenientes, pedir apoyo. Recuerda la experiencia que vivió en la sublevación policial contra el Gobierno de Rafael Correa del 30S de 2010, asegura que fue sumamente duro.
Está casada con Vladimir Matamoros, con quien tiene dos hijas, Melanie de 17 y Paulina de 15 años, y con quien además comparte el amor a la profesión, los dos hacen la misma función y son un espejo para sus hijas.
Aconseja a todas las mujeres, “que todo podemos hacer, debemos prepararnos en lo que nos gusta y sentirnos orgullosas de lo que hacemos, las mujeres no tenemos limitaciones”.