Y para los jóvenes, ¿apenas la premilitar?

No se puede subestimar la fuerza de la juventud, tanto para el bien como para el mal. Cada año en Ecuador, como ha señalado el presidente Guillermo Lasso, se gradúan 300.000 bachilleres, pero los cupos universitarios no alcanzan ni para un tercio de ellos; sin contemplar a todos los jóvenes que no concluyen su educación secundaria.

El segmento de la población económicamente activa de entre 15 y 25 años es de 1,3 millones de personas y las cifras de desempleo, en general ya alarmantes, los golpean con especial saña —apenas 15% tienen empleo adecuado—. Si a eso se le suma el hecho de que la economía apenas crece y de que las fuerzas políticas insisten en oponerse tajantemente a cualquier reforma laboral que facilite la creación de empleo, cabe preguntarse qué ofrece Ecuador a sus jóvenes.

Una masa laboral numerosa y juvenil, el llamado bono demográfico, catapulta a un país al desarrollo. Sin embargo, un gran número de jóvenes presa de la desocupación es uno de los principales factores que tienen en común las sociedades agobiadas por el crimen y la convulsión política.

Como un paliativo ante semejante peligro, y aquel que supone la inseguridad y el crímen organizado, el gobierno ha sugerido la reintroducción de la instrucción premilitar. Quizás aporte en algo, momentáneamente, pero no debe distraer a las autoridades de la verdadera solución: puestos de trabajo y plazas de estudio.

FRASES DEL DÍA

«Pon todo lo que eres hasta en lo mínimo que hagas.

Fernando Pessoa (1888-1935), escritor portugués

«Tener razón demasiado pronto es lo mismo que equivocarse.

Marguerite Yourcenar (1903-1987), escritora francesa