“Las consecuencias del cierre de las escuelas son devastadoras para el aprendizaje y el bienestar de los niños”, ha dicho Unicef.
En una acertada decisión, en la que participa el COE Nacional, el ministerio de Educación, padres y educadores, 77 establecimientos educativos iniciaron -o reiniciaron- las clases presenciales como parte del retorno “paulatino” a la escuela.
Todos los establecimientos que participan en este plan inicial se encuentran en zonas rurales, las que por su menor densidad poblacional, tienden a presentar más dificultades para la teleducación.
Preocupa, sin embargo, que el ministerio de Educación no ha logrado transparentar las cifras de la cantidad de alumnos que perdió el sistema educativo desde el inicio de la pandemia. Unicef señala 90.000, el ministerio no desmiente, asegura que tiene cifras “aproximadas” y no se aventura a difundirlas.
Tampoco existen cifras certeras sobre menores víctimas de abuso sexual, físico o psicológico durante el año de confinamiento.
El primer paso se ha dado, pero aún hay mucho por hacer para recuperar lo perdido.
En primer lugar, el Estado debe calificar a todos los maestros y docentes coom grupo prioritario para recibir la vacuna contra el Covid-19. Además de proteger su salud y el desempeño de su esencial función, desmantelaría la presión que ejerce el gremio en contra del regreso a clases. El ministerio también debe gestionar una política de diagnóstico y detección del virus para los maestros.
Resulta inaudito que el confinamiento se fue relajando para centros comerciales, bares, centros de tolerancia y trabajo sexual, pero aún hay quienes temen priorizar la educación y cuidado de nuestros niños.
Aún a costa de la vida, la mística movía a hombres y mujeres para restablecer la dignidad nacional.”
José Figueres Ferrer (1906-1990)
Expresidente de Costa Rica; abolió el ejército.
¿Ponen los sindicatos tanto énfasis en sus deberes dentro de la empresa como en sus derechos?”
Graciela Hurtado de Soto (1941- )
Filósofa, humanista e intelectual colombiana.