Vecinos para la prosperidad

Las nuevas generaciones de ecuatorianos apenas alcanzan hoy a entender cuán determinante fue, hasta hace dos décadas, el conflicto con el Perú en el acontecer nacional.

Cada decisión política se veía obligada a tener en mente ese factor y la identidad nacional estaba atravesada por el eterno deseo de reivindicación.

Hoy produce un grato asombro ver cuán rápido se desvaneció aquella animosidad y resulta inevitable estremecerse al imaginar cuál sería la situación nacional si es que no se hubiese firmado el tratado de paz y el país se hubiese visto condenado por dos décadas más a derrochar en armas y vidas.

Ecuador y Perú están ahora unidos, además de por los profundos lazos culturales e históricos, por una bienaventurada relación comercial con amplios horizontes.

Las amenazas para la integración ahora ya no provienen del militarismo expansionista o revanchista, sino de las crónicas oscilaciones políticas de la región que, cada cierto tiempo, encumbran a tendencias opuestas al comercio y la cooperación.

De la misma forma en que la profundización de las relaciones económicas, migratorias y comerciales permitió superar el belicismo, la prosperidad compartida permitirá dejar en el pasado a propuestas ideológicas reñidas con el progreso. La integración y el desarrollo económico común son los únicos que conseguirán garantizar la estabilidad de la región. Hoy por hoy, impulsar el comercio y el intercambio es la mejor manera de prevenir radicalismos y retrocesos en la relación con el vecino del sur.

 

 

 

FRASES DEL DÍA

«De vez en cuando es necesario echar a la seguridad para hacer lugar a la experiencia.”

Karin Fossum (1954), escritora noruega

 

«En circunstancias especiales el hecho debe ser más rápido que el pensamiento.”

Hernán Cortés ( 1485-1547), conquistador español