Vacunación ‘militar’

Lenín Moreno tiene a su haber cuatro ministros de salud, tres en el último año. Todos ellos renunciaron tras fuertes presiones mediáticas y horrorosas denuncias que rayaron en la ineptitud, la mala gestión del sistema y sus insumos, y hoy, el plan de vacunación contra el Covid-19. En tiempos de pandemia, negligencia pura.

Los problemas que destapa el desastroso plan de vacunación no son nuevos y reflejan una inoperancia administrativa y logística difícil de comprender, tras un año de la emergencia.

Los favoritismos en la distribución de las escasas vacunas son ejemplo de la visión elitista que caracterizó al gobierno Moreno. Sostener que se vacunaba a “ilustres”, gerentes de grandes empresas y medios, rectores universitarios y ministros, sus cónyuges y familiares, para “motivar” a la población es una bofetada a la dignidad de quienes se baten en el transporte público, calles y mercados, sorteando el virus entre tragedias y pérdidas.

Vacunado ya como está el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, debe iniciar la coordinación con las ramas militares que pese a sus limitaciones y a la catastrófica situación que recibieron, han ejercido un decente control de las fronteras y el narcotráfico, además de demostrar celeridad y competencia ante el caótico proceso de impresión y distribución de papeletas, así como una intachable protección del material electoral.

Es hora de encontrar una gestión clara y directa para resolver la logística, distribución y acceso a las vacunas que irán llegando. La situación es similar a la del terremoto de 2016, caos administrativo y rampante corrupción; entonces demostraron tozudez y generaron confianza, y eso es lo que el país clama hoy.

Se nace con envidia y odio; si te dejas llevar, te llevarán a la violencia y a perder la lealtad.”

Xun Kuang (310-235 a.C)
Filósofo chino.

La lealtad es la promesa de la verdad a uno mismo y a los demás.”

Ada Velez (1969- )
Boxeadora puertorriqueña.