Una nueva aplanadora

Ecuador amanece hoy con una mayoría legislativa contundente y resuelta, una verdadera ‘aplanadora’ de esas que no se veían desde hace una década.

Conformada por un sólido núcleo correísta y una órbita de partidos hoy afines, la mayoría muestra el verdadero escenario político nacional. Las nuevas fuerzas que surgieron de improviso hace dos años se desintegraron bajo el efecto de las únicas dos fuerzas que prevalecen y que parecen ser las que verdaderamente importan: por un lado, el correísmo, y, por el otro, el gobierno del presidente Guillermo Lasso.

Las posturas ante esas dos facciones definieron ese inusual agrupamiento que convocó a más de dos tercios de los legisladores.

Menos actores relevantes conlleva, necesariamente, menos escenarios posibles y, por lo tanto, menos oportunidades para el caos.

Quizás esta simplificación del parlamento dé paso a intereses más transparentes y propuestas más concretas. Cabe preguntarse, no obstante, si ese mismo entendimiento que ha nacido del interés de destituir al presidente Lasso y de reexaminar el legado del expresidente Rafael Correa se extenderá a otras cuestiones verdaderamente urgentes y determinantes, como la minería, el petróleo, la reforma laboral, la ley de comunas, educación, seguridad o justicia.

Otro espejo de la nueva mayoría es el Consejo de Administración Legislativa (CAL). Este martes iniciará el juicio político, si es que el presidente de la República así lo permite. Ahora se verá si las cosas quedan saldadas y renace algo similar al orden, o si solo estamos ante el nuevo capítulo de la interminable trama de desquites.