La Corporación Nacional de Telecomunicaciones ha sufrido un ataque que levanta muchas incógnitas. Las autoridades han optado por una respuesta críptica y parca que invita, inevitablemente, a la especulación y a la desconfianza. Se ha abordado como un asunto vergonzante algo que, al contrario, es una excelente oportunidad para crear conciencia entre la ciudadanía.
La brecha tecnológica impone un impuesto permanente a las sociedades atrasadas, pero la mayoría de las pérdidas que conlleva suelen ser tan sutiles y prolongadas que la población se habitúa a ellas y se tornan casi imperceptibles. No obstante, esporádicamente se producen episodios que obligan a la sociedad a apreciarla en su verdadera magnitud. Tal y como una sociedad sin ciencia no puede entender, peor aún enfrentar, un ataque biológico, una sociedad digitalmente atrasada está a merced de los nuevos ataques como los de esta semana.
El Estado debe entender la disrupción que conlleva esta nueva realidad de amenazas cibernéticas, apreciar lo que está sucediendo en el mundo y, desde ya, invertir para solucionar un vulnerabilidad que ya trasciende lo económico y afecta a la seguridad misma de la sociedad. Al mismo tiempo, es necesario para ello educar a la población al respecto para crear conciencia sobre estos nuevos desafíos. Pero solo se puede llegar a ello por medio de la transparencia. No es un problema que se enfrente con secretismo, sino que requiere acción colectiva y educación ciudadana.
FRASES DEL DÍA
«El éxito es verte y preguntarte si es que la persona que eras a los dieciocho años estaría decepcionada de ti.
Nassim Taleb (1960), filósofo libanés
«Todo el que haya sobrevivido la infancia tiene suficiente información sobre la vida para el resto de sus días.
Flannery O’Connor (1925-1964), escritora estadounidense