Sacrificio por un futuro

El presidente Guillermo Lasso acaba de imponer al país un sacrificio cuya magnitud es necesario tener presente. Ha tenido que asumir humildemente la lección de “nunca digas ‘de esta agua no beberé»—en tanto reiteradamente afirmó que jamás cedería en el tema del precio de los combustibles— e irse contra las convicciones de sus simpatizantes y asesores más intransigentes, para quienes la oposición al subsidio de los combustibles ha sido un dogma sagrado.

Que el primer Mandatario haya sido capaz de llevar a cabo semejante renuncia en nombre de la gobernabilidad, pese al costo político y personal que conlleva, ¿no debería considerarse como una invitación, un exhorto, a que el resto de actores políticos que tienen entrampado al país sigan su ejemplo?

En contraste, hay ciertos grupos —como el correísmo o el ala radical de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador— que anhelan el caos porque sus líderes prosperan únicamente en la confusión. Necesitan mantener al país siempre, y a toda costa, en zozobra porque saben que los ecuatorianos con cabeza fría y en paz no aceptarán que los gobiernen.

El país está en vilo, a la espera de lo que decida hacer el Partido Social Cristiano y su referente, Jaime Nebot Saadi. Cualesquiera que sean los verdaderos motivos que yacen detrás de la desavenencia de larga data del  el presidente Lasso y del llamativo modus vivendi que supo mantener con el correísmo, Ecuador no pierde la esperanza de que—con transparencia y sacrificios—, estén a la altura de este delicadísimo momento histórico.

 

 

 

FRASES DEL DÍA

«Seguimos saliendo a la calle a pedir por nuestros muertos, cuando los vivos están muy jodidos.”

Martín Caparrós (1957), escritor argentino

«Somos la única especie que explica el mundo con historias, que las desea, las añora y las usa para sanar.”

Irene Vallejo (1979), escritora española