Reclamos de universidades privadas

El país vivió una confusa polémica luego de que un grupo de universidades privadas denunciase, hace pocos días, que había sufrido una reducción de más de 12 millones de dólares en los fondos que el gobierno destinaba para becas a estudiantes de escasos recursos.

Las oficinas gubernamentales no tardaron en aclarar que no se habían producido recortes; al contario, la asignación para la educación superior había aumentado este año y si se reducían las becas en dichas universidades privadas, que recibían casi 40 millones de dólares de fondos públicos, sería por decisión de sus propias autoridades.

Además de despertar una discusión sobre la inversión en educación, el incidente encausó la atención de la población hacia el otorgamiento de fondos públicos a universidades privadas.

La ciudadanía tiene derecho a conocer cómo usan esas instituciones los fondos que, al final del día, les pertenecen a los contribuyentes. Si 40 millones de dólares destinados a apenas ocho instituciones no alcanzan para cubrir becas de una minoría de estudiantes necesitados, resulta oportuno preguntarnos “dónde está la plata”.

El dinero público no debe ni puede ser otorgado incondicionalmente y le corresponde al Estado, así como al ciudadano, cerciorarse de que las asignaciones cumplan el gran propósito nacional al que obeceden.

Aunque se vende la idea de la ‘reactivación’, todo ciudadano de a pie sabe que el camino recién empieza. Los sacrificios serán durísimos, aunque el gobierno aún no empiece a sincerarlos. Es poco prudente -quizá ‘antipatria’- azuzar el avispero ante la mínima agitación de intereses particulares.

FRASES DEL DÍA

«Es muy propio de beatas autosatisfechas tratar de reintegrar ovejas descarriadas al ovil.”

María Rosa Oliver (1898-1977), ensayista argentina

«No es sufrir lo que ennoblece, sino el sobreponerse al sufrimiento.”

Christiaan Barnard (1922-2001), médico sudafricano