Quien defienda al ambiente

La discusión política en el país ha tendido a enfocarse tanto en instituciones y comportamientos que, desgraciadamente, suelen obviar la importancia cardinal de los recursos naturales y el ambiente.

Basta repetir la premisa de que Ecuador es un país bendecido por la naturaleza para dar por terminada cualquier discusión sobre sostenibilidad y enfocarse en temas económicos y legales. Hoy por hoy, esto resulta inoportuno y arriesgado.

Las élites aún no tienen conciencia del momento ambiental que atravesamos. A diferencia de países desarrollados que gracias a nuevas tecnologías y a una transformación demográfica han comenzado a revertir el daño ambiental, Ecuador apenas ha entrado en su momento histórico de urbanización, renta media y acervo demográfico.

El consumo energético y el impacto ambiental de la población ecuatoriana no puede compararse con los del país rural, con menos de la tercera parte de la población y escasas fuentes de energía, de hace cinco o seis décadas, en el que creció gran parte de nuestra clase política.

Si el Ecuador de hoy se comporta con respecto al ambiente de la misma forma que el del pasado, heredará daños descomunales e irreversibles a las generaciones que aún no han nacido.

El Ministerio del Ambiente está llamado a ser un contrapeso del cortoplacismo, un administrador y garante del futuro. No puede bajo ninguna circunstancia ser un mero instrumento de los actores económicos para dotar de una burocrático barniz de falsa sostenibilidad a iniciativas dañinas, aunque rentables.

FRASES DEL DÍA

«Puede que la verdadera felicidad esté en la convicción de que se ha perdido irremediablemente la felicidad.”

María Luisa Bombal (1910-1980), escritora chilena

«La fortuna toca la puerta apenas una vez, pero la desdicha suele ser más paciente.

James Russel Lowell (1819-1891), poeta británico.