‘Prueba de que eres humano 2.0’

El CEO de la empresa que creó ChatGPT tiene un nuevo proyecto y ya está en Ecuador. En los últimos días, una entidad que en Ecuador usa el nombre de ‘World ID’, convocó a voluntarios a sus centros de recolección de datos en Quito y Guayaquil para permitir que le escaneen el iris de los ojos a cambio de $30 equivalentes en su propia criptomoneda, WorldCoin, y la entrega de un documento de identificación digital.

La tecnología que promueve este controversial proyecto, ideado por Sam Altman, creador de OpenAI y dueña de ChatGPT, recientemente cumplió un año y ha sido prohibida e investigada en varios países. Consiste en escanear el iris humano y convertirlo en un código numérico único, que permite identificar a cada individuo en el planeta. En términos simples, el escaneo del ojo produce un número de ‘cédula’ universal: único, inequívoco, personal e intransferible. A la fecha, la empresa dice haber creado más de 6,3 millones de ‘identificaciones’.

¿Para qué querría esta empresa crear una nueva forma de identificación humana y recopilar datos de cualquier ecuatoriano?

La empresa asegura que con la incursión de “nuevas formas de inteligencia” creadas y generadas por la misma herramienta que ellos ayudaron a desarrollar, los seres humanos pronto necesitaremos inventar nuevas formas para “identificar la humanidad” de quienes intentan acceder a sistemas que requieren verificación. Hoy se usa el famoso ‘Captcha’, esta sería una ‘prueba de que eres humano 2.0’.

Sin embargo, hay escepticismo. Legítimas dudas nacen alrededor del concepto de una empresa ahora tan poderosa como hermética con dominio de los ‘datos de identificación personal’ de millones de seres humanos, sin control o escrutinio. ¿Cómo utilizará esa información? ¿La alimentará a sus propios modelos de inteligencia artificial generativa? ¿La venderá? ¿Cómo protegerá esos datos personales?

El desarrollo de la tecnología es tan rápido y complejo que evidentemente supera las capacidades de la recientemente creada Superintendencia de Datos Personales. Bien haría el flamante superintendente de Datos en acelerar su gestión que, a cuatro meses de haberse posesionado, recién anuncia haber “aprobado presupuesto”.