Primero, el país

Ante la polarización que vive el país, la difícil crisis de millones de familias y todo lo que está en juego, la jornada electoral de ayer fue pacífica y los resultados deben generar tranquilidad para mirar al futuro.

Hoy el país regresa a su normalidad. Mucho cambió desde ayer para los candidatos y toda la maquinaria del ‘negocio electoral’. Sin embargo, para millones de ciudadanos, la realidad es tan cruda como ayer.

Lo que resta del proceso será más duro, más crítico y más lleno de desinformación y promesas irrealizables. En juego, siguen la democracia, la voluntad de fortalecer a la Justicia para que -por fin- logre independizarse del poder, la posibilidad de enfrentar a las mafias narcoterroristas o sucumbir ante ellas, el escenario de someter el empleo y el desarrollo a la voluntad desarrollista de un Estado omnipotente manejado por un caudillo en el exterior, o a un modelo que intentará dotar al sector privado, al individuo y a su libertad, de herramientas para que arme su destino.

En el medio, millones de familias, sus necesidades y urgencias. Durante las últimas semanas, el gobierno que termina anunció bonos y exención de impuestos; llegó tarde y en apuro desesperado por distraer al votante.

El manejo de la pandemia, de las expectativas sobre la vacunación contra el Covid-19, y la falta de una campaña nacional de pruebas y diagnóstico que permitan a la población ‘aguantar’ hasta que llegue la inmunidad comunitaria (no antes de 2022), deberá desligarse de lo político y recordar que, ante todo, primero está el país y sus ciudadanos.

La papeleta es más fuerte que la bala.” Abraham Lincoln (1809-1865) Presidente estadounidense que abolió la esclavitud.

El problema de las elecciones libres es que nunca se sabe quién va a ganar.” Leonid Breznev (1906-1982) Político ruso, secretario del Partido Comunista.