En medio del marasmo que toca enfrentar producto de las bajas pasiones, la oscuridad de la barbarie humana se resiste a bregar por la transparencia, a saber dilucidar la cruel realidad de la campeante corrupción en todos los niveles liderada por los desatinados con estertores de locura, surgen entonces los analfabetos de la realidad, quienes cual parásitos medran por lo ilegal, los que han vivido de la piratería, la estafa y el plagio. Pululan los delincuentes de cuello blanco, ocultándose muchos como herederos de la cobardía, la verdad y la realidad.
La gente que no medita peor piensa con frontalidad y no permite que el país salga adelante, se convierten en bichos rastreros de la sociedad disfrazados de personas pero retrógadas. Cómo superaremos el país y habrá mejor vida y oportunidades si los ignorantes del supremo conocimiento desconocen la realidad de lo que fuimos, somos y ansiamos ser mejor en la tierra que habitamos,
Es cierto que producto de la pandemia muchos se fueron al viaje sin retorno, que no estuvo a tiempo la medicina y el facultativo con todos los requerimientos, estuvo escrito que tenían que partir como es la ley divina.
Por fin se establece la normativa para recibir la vacuna, pero cuál es la mejor? Cuál nos tocará. Existe la planificación de la edad cronológica a partir de los 65 años de edad, correcto, pero quién nos vacunará, da recelo determinadas marcas, además que vale hacerlo antes de que llegue la bronca electoral y tomar los recursos intocables del Banco Central del Ecuador.
Fácil es ofrecer papeles o bonos para tapar la mentira o querer bajar la pensión de los jubilados, a nosotros nos respetan, ¿sí saben cuántos somos? Dios nos guarde de la locura hitleriana que quiere arrebatar nuestro destino y vida, no seremos la Venezuela miserable que hoy existe.