Nuestro oro y nuestras crisis

Conforme una nueva crisis financiera amenaza con gestarse —tras el colapso del Silicon Valley Bank y el desplome de las acciones del Credit Suisse—, el precio del oro sube. Varios expertos advierten que el pánico actual, sumado a los efectos de la impresión desmesurada de papel moneda durante la pandemia, conducirá probablemente al precio del oro a un récord histórico. Este es el momento de tomar en serio la vasta riqueza aurífera que tiene el terriorio ecuatoriano.

A diferencia de otros países con indicadores similares y pese a su vulnerabilidad frente a los fenómenos externos, la diversidad de recursos con la que cuenta Ecuador permite que siempre exista al menos un sector que compense las pérdidas del resto. Durante la pandemia, las exportaciones de alimentos tuvieron un excelente momento, justo cuando el petróleo se iba a pique. Un par de años después, tras la invasión rusa a Ucrania, la situación se invirtió; la agroexportación se vio afectada por la disrupción de insumos, mercados y sistemas de pago, pero el precio del petróleo subió pronunciadamente. En épocas como esta, la minería podría significar una gran diferencia estabilizadora.

Sin embargo, el país parece no aprender la lección. El descuido del sector petrolero hizo que la producción descendiera en los momentos en que más se hubiera beneficiado el país del precio internacional. La falta de acuerdos comerciales impidió aprovechar los mercados de alimentos en años clave. Ahora, la incomprensible demora en el desarrollo del sector minero conllevará otras oportunidades perdidas.