No cierren las escuelas

El Covid-19 llegó para quedarse y continuará mutando, con resultados más o menos similares—tal y como se ha visto hasta el momento—. La comunidad científica internacional coincide en que la falta de vacunación masiva en la mayoría de países africanos, contribuye constantemente a la mutación del virus frente a lo cual ningún rincón del mundo estará a salvo.

Ecuador, en cambio, se encuentra dentro del selecto grupo de países en los que el porcentaje de la población totalmente vacunada supera el 62%. Así, como en pocas ocasiones, nos codeamos con los miembros de la Unión Europea, Canadá, Australia y Reino Unido.

Es muy temprano para entrar en pánico, aunque no para tomar precauciones. Hasta hoy, no existe evidencia de que Ómicron, la nueva variante del Covid-19 que ya provocó el cierre de fronteras en países como Japón, Australia y Marruecos, sea más mortal, aunque es posible que sea más contagiosa.

El presidente Guillermo Lasso anunció nuevas medidas para reforzar la bioseguridad en espacios públicos, fronteras y aeropuertos. También evitó acudir a la medida regresiva y apresurada de cerrar nuevamente los centros educativos, pese a que exministros y ‘expertos’ abogaron por ello desde la mañana.

Mantener a los niños y jóvenes en las aulas es vital, ahora que el mundo cuenta con herramientas efectivas para contener la pandemia: la vacunación y la certeza de que el distanciamiento, la higiene y la mascarilla salvan vidas.

El cierre de las escuelas fue una medida propia de un momento en el que no existían vacunas ni estadísticas confiables, con consecuencias terribles para la psique, el aprendizaje, la integridad y la socialización de los menores. Volver a cerrarlas debe ser el último recurso.

FRASES DEL DÍA

«Si perdemos palabras que nombren cosas, estaremos perdiendo también esas cosas.”

 Almudena Grandes (1960-1921), escritora española

«La intolerancia es el primer síntoma de una educación inadecuada.”

Aleksander Solzhenitsyn (1918-2008), escritor ruso.