Niños tras las rejas

Resulta difícil imaginar un entorno menos favorable para la crianza de un niño que una cárcel. Sin embargo, esa sigue siendo la realidad de varios menores de tres años cuyas madres se encuentran privadas de la libertad.

Por más que el país realizó importantes esfuerzos hace más de una década para terminar con este abominable fenómeno —en el peor momento llegaron a ser varios miles de niños, la mayoría de ellos ya en edad escolar—, se suscitan aún casos excepcionales. Las últimas cifras revelaban sesenta criaturas tras las rejas junto a sus madres, expuestas irremediablemente a las privaciones y dificultades del sistema penitenciario.

El artículo 46 de la Constitución compromete expresamente al Estado a adoptar medidas que aseguren a los niños, niñas y adolescentes “protección y asistencia especial cuando el progenitor, progenitora, o ambos, se encuentran privados de la libertad”. En los artículos 44 y 45, les garantiza una serie de derechos con respecto a su desarrollo que resulta oportuno tener presente en estos casos.

Quizás se produzcan cambios a largo plazo, pero este momento la sociedad ecuatoriana está condenada a vérselas con un sistema penitenciario en crisis y, sobre todo, con el punitivismo imbuido en el mal llamado sistema de ‘rehabilitación social’, que se traducirá en más niños encarcelados.

¿No se puede acaso encontrar soluciones para evitar estos desenlaces, que perpetúan la exclusión?

En materia penal, hablar de concesiones y excepciones despierta siempre negativas tajantes, pero la Constitución, al hablar de los niños, establece que “se atenderá al principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas”.

FRASES DEL DÍA

«Dios no solo juega a los dados, sino que a veces hasta ensaya la ruleta rusa.”

Daína Chaviano (1957), escritora cubana

«Hay tres clases de ignorancia: no saber lo que debería saberse, saber mal lo que se sabe y saber lo que no debería saberse.”

Francois de la Rochefoucauld (1613-1680), filósofo francés