Minería a ciegas

Ecuador, pero sobre todo su clase política, no alcanza aún a comprender la singular problemática que se deriva de la minería. Se ha querido forzar en la opinión pública un falso trilema que ha empobrecido drásticamente el debate, de minería ilegal violenta, minería de gran escala ultracontaminante o prístina economía libre de minería. Una discusión entrampada en esas falacias beneficia a los actores más deshonestos.

A diferencia del petróleo, que requiere sofisticada tecnología y mucho capital para su explotación, y por ende es exclusivo y fácil de controlar, la minería es una actividad que permite la proliferación de actores informales y precarios.

Asimismo, a diferencia de lo que sucede con la agricultura, en la minería no se puede dar una amplia libertad a los actores para que hagan con el suelo lo que mejor consideren debido a las siniestras consecuencias que eso puede tener para el medio ambiente y la salud pública.

Al mismo tiempo, es una actividad tan rentable que el Estado debe regularla para fijar el balance menos dañino entre los réditos que dejarán sus impuestos y el desgaste ambiental y social.

Ante la creciente importancia que está cobrando la minería para la economía ecuatoriana, es urgente una política pública de información y transparencia. Es necesario revelar quiénes son los actores de hecho y cuáles son sus verdaderos intereses. El desconocimiento ciudadano es peligroso y se presta a fácil manipulación, dado el volumen de la riqueza que está en juego.

FRASES DEL DÍA

«La humillación solo existe con el consentimiento de los humillados.”

Ariel Gore (1970), periodista norteamericana

«Lo lento es eficiente. Lo eficiente es rápido. Lento es rápido.”

Scott Kellt (1964), astronauta norteamericano