Metástasis: la depuración está pendiente

A tres semanas de que se cumpla un año del caso Metástasis, la fiscal Diana Salazar ha conseguido con total éxito abrir definitivamente los ojos a los ecuatorianos.

Era cierto que el poder criminal y el narcotráfico han juntado fuerzas con juristas, políticos, operadores de la Justicia y miembros de la Fuerza Pública. El 13 y 14 de diciembre de 2023, con 75 allanamientos en los que se detuvo a 31 personas, se marcó el inicio de un caso único, que serviría de base para los procesos conocidos como Purga y Plaga, incluso para saber más del asesinato de Fernando Villavicencio. Esto porque en la investigación, reveló la fiscal Diana Salazar, el mismo grupo que asesinó a Villavicencio fue contratado para silenciarla.

Ayer se leyó la sentencia del caso Metástasis, ratificando lo que se denunció desde un inicio.

Fue fundamental un insumo invaluable que dio paso a esta investigación: el celular del narcotraficante Leandro Norero. La Justicia, por el trabajo de la Fiscalía, ha ido comprobando los mensajes que contenía el aparato.

El caso sorprende dentro y fuera del país. Lo hace porque deja en claro que, al menos en una institución del Estado, hay plena independencia para empezar a enfrentar al narcotráfico y la corrupción. Es una muestra, junto a contados casos en el mundo, donde el sistema se depura desde dentro.

Mucho queda por hacer a raíz de la sentencia. Las instituciones involucradas no han adoptado correctivos para evitar la infiltración del narco, ni siquiera para continuar la depuración y el trabajo estatal no estará completo hasta que esto ocurra.