Maleducados financieros

En nuestro país, nadie tiene derecho a dar lecciones sobre el buen manejo del dinero. La mayoría de la ciudadanía demuestra una pobre educación financiera, pero el Estado y sus representantes tampoco tienen autoridad moral para exigir un cambio. El sector público ha sido el peor maestro, la verdadera ‘mala influencia’, que ha tenido la población frente a la administración de recursos.

Por pura irresponsabilidad, o quizás simple ignorancia, políticos y funcionarios se resisten a entender que Ecuador opera con una moneda extranjera que no puede imprimir. Los llamados a administrar el erario público deberían atesorar, cuidar y gestionar cada dólar con el mismo celo del ciudadano que administra su salario honestamente conquistado, pero sucede lo contrario. Malgastan y despilfarran sin la más mínima consideración y, cuando ya no hay más, engordan deudas que endosan a nuestros hijos y futuras generaciones.

Liderar con el ejemplo, se dice; pero, vaya ejemplo. ¿Por qué debiera el ciudadano ahorrar, si ni siquiera el Gobierno lo hace? ¿Por qué no gastar más de lo que se gana, como el Estado año a año? ¿Por qué no endeudarse hasta el cuello para cubrir gastos cotidianos, si así pagan sus cuentas las instituciones públicas? ¿Por qué no acudir a chulqueros y a pirámides, si nuestros líderes dejan en prenda los recursos del país y especulan hasta con las jubilaciones? ¿Por qué no empeñar el futuro? No hay teoría económica que alcance para cubrir semejante irresponsabilidad.

 

 

 

FRASES DEL DÍA

«Si quieres conocerlo de verdad, fijate en cómo actúa cuando pierde dinero.”

Simone Weil (1909-1943), política francesa

«Si el escritor no es capaz de morir de hambre, debe cambiar de oficio. La verdad del escritor no coincide con la de quienes reparten el oro.”

Camilo José Cela (1916-2002), escritor español