Los radicales avanzan

Dentro de pocos días, los miembros de Pachakutik elegirán una nueva coordinación nacional. Este evento será la culminación de una pugna que enfrenta a los sectores más radicales del movimiento indígena —etnocentristas y defensores del ‘comunismo indoamericano’— con sus pares más afines a una izquierda moderna y pluralista.

Varios hechos alimentan el contexto: la llegada de Leonidas Iza a la presidencia de la Conaie, el rompimiento de Yaku Pérez con el partido, el ostracismo de Marlon Santi, el surgimiento del ala ‘rebelde’ de Pachakutik, el rechazo a la salida constitucional de la ‘muerte cruzada’, las luchas intestinas en la Fenocin y el permanente hostigamiento contra Ricardo Vanegas y demás cuadros moderados. Si, como parece probable, Guillermo Churuchumbi se instala en la coordinación de Pachakutik, los sectores más radicales habrán logrado conquistar las principales instituciones del movimiento indígena, algo sobre lo que los propios líderes históricos advertían desde hace años.

Por otro lado, la semana pasada, miembros de la comunidad indígena se tomaron bloques petroleros, lo que culminó con soldados heridos con armas de fuego, evacuaciones de emergencia, pérdidas millonarias y saqueos. Aunque, al igual que en el atentado de junio de 2022 que dejó un militar muerto y varios heridos, no hay evidencia de que ello sea responsabilidad de la dirigencia, estos hechos evidencian una estrategia y una nueva forma de percibirse entre el Estado ecuatoriano y las comunidades indígenas. El discurso radicalizante está surtiendo efecto.