Las cifras de empleo que publica el INEC, retrasadas e incompletas, son históricas: entre 7 y 8 de cada 10 ecuatorianos flota a la deriva. ¿Quién aboga por ellos?
La Asamblea Nacional, llamada a modificar y crear el esqueleto legal para el progreso, pierde tiempo enjuiciando a ministros ausentes, buscando culpables para exorcizar y protegiéndose para que el próximo gobierno no llegue a quemarles el rabo.
Es inaceptable y vergonzoso el centralismo que refleja el INEC al no presentar cifras de empleo por provincias o ciudades. Así, cualquier intento de redireccionar recursos resultará en derroches e ineficiencias.
Temerosos ante el FUT y otras organizaciones de “trabajadores” que defienden los intereses de menos del 20% de la población y la cantaleta de la “precarización laboral”, la Asamblea perdió numerosas oportunidades de promover modalidades menos costosas y más flexibles para hacer empresa, llevar emprendimientos, entrar en la formalidad empresarial y contratar empleados.
Urgen programas de capacitación o reeducación para quienes perdieron empleos en sectores particularmente golpeados por la pandemia, que solo se pueden implementar en base a datos concretos sobre áreas de creciente demanda. 45% de la población no superó la educación básica, sin educación no dejaremos de ser ‘precarios’.
El gobierno debe adoptar una política en defensa y ayuda al desempleado, impulsada por leyes y normas concretas, que abran oportunidades para aquellos que desesperadamente las buscan. Somos al menos 8,2 millones de ecuatorianos sin un empleo formal y estable.
«Lo fantástico y lo inesperado, lo que cambia y se renueva, no tiene mejor ejemplo que la vida real.
Berenice Abbott (1898-1991)
Fotógrafa documental; EE.UU.
«Quisiera ser capaz de descubrir lo que me ha sucedido. Pero… ¿Me atreveré?”
Guy de Maupassant (1850-1893)
Escritor de cuentos y novelas; Francia.