Leche: unión y tecnología

El aumento del precio de la lechemás pronunciado en unos lugares que en otros— llega luego de que se lo postergara durante décadas con políticas inadecuadas.

Por un lado, el sector enfrenta el aumento de los costos de producción debido a una serie de factores externos y, por el otro, la insistencia de parte de ciertos grupos en mayores controles del precio oficial, una medida que solo agudizaría la informalización y precarización de sus actores. Este entrampamiento amenaza a una actividad que, además de ser una importante generadora de empleo, está llamada a convertirse en una de las herramientas fundamentales del país en su lucha contra la desnutrición.

El sector está integrado principalmente por pequeños productores y la leche ecuatoriana sigue siendo considerablemente más cara que la de otros países. Esto se debe en gran parte a deficiencias en tecnología y organización, algo con lo que los actores pequeños o informales no pueden lidiar debidamente. En ese sentido, los esfuerzos de apoyo al productor, con tecnificación y formación, que diferentes empresas llevan a cabo constituyen una señal esperanzadora. El mejoramiento en productividad y la formalización resultante, además de beneficiar al país, elevan los estándares del sector en todo sentido.

Un modelo con actores fuertes y coordinación entre productores, industriales y comercializadores —en contraste con la canibalización que se observa en otros productos agropecuarios— permitirá desarrollar el potencial lechero del país y presionar efectivamente por las medidas políticas necesarias: reformas tributarias y legales, apoyo financiero e infraestructura.