Sectores conservadores insisten en que existe una batalla ideológica en nuestro continente y que Ecuador es uno de sus escenarios.
En consonancia, varios políticos y funcionarios ecuatorianos se han pronunciado sobre el acontecer político en países vecinos y, al mismo tiempo, han enfatizado la influencia externa en la dinámica política nacional. Todo esto apunta a que el régimen está en riesgo de abrazar una concepción de la política exterior que, como la historia lo demuestra, ha resultado nociva y debe desecharse mientras aún se pueda.
Cada vez que se ha apoderado de uno de sus gobernantes, la sed de protagonismo internacional ha tenido un impacto rotúndamente negativo para Ecuador. Ha conducido a derroche económico, cosechado enemigos y llevado al país a inmiscuirse innecesariamente en problemas internacionales cuya gravedad rebasaba su capacidad económica y diplomática. De igual forma, cuando se ha permitido que batallas ideológicas extranjeras dicten el paso del proceso político interno, tal y como ha sucedido en diferentes momentos desde el nacimiento de la República, el país ha pagado con vidas y oportunidades perdidas.
Un gobierno prudente tiene la obligación de mantener a su pueblo lejos de batallas ajenas y preservarlo de los riesgos derivados de su propia vanidad. En lugar de atizar una ingrata batalla ideológica continental, Ecuador inspirará mucho más a la región si logra convertirse en un ejemplo de prosperidad, armonía y respeto a sus vecinos.
FRASES DEL DÍA
«Quienes explotan a otros terminan dedicando una gran cantidad de energía a justificar esa explotación.”
Mary Beard (1955)
Historiadora inglesa
«Los pueblos no creen en su gobierno, a lo sumo se resignan.”
Octavio Paz (1914-1998)
Escritor mexicano