Insatisfacción consular

José Manuel Aguilar Reyes

Quince compatriotas con nuestras familias, residentes en la ciudad de Memphis, Estado de Tennessee, EE.UU, nos vimos impedidos de ejercer nuestro derecho a votar en la ciudad de Atlanta, donde existe la más cercana oficina de consulado ecuatoriano, informándonos telefónicamente que, cualquier compatriota puede hacerlo, si cinco meses antes de la cita se inscribieron en dicha oficina, explicación que nos resultó difícil de aceptar, pareciéndonos una especie de marginación, pues la mayoría, eran ciudadanos de este país y otros turistas, todos ecuatorianos, deseosos de aumentar la cifra de votos a favor de Lasso, que consideramos todos, sin excepción, el candidato ideal que nos aleje de la terrible pesadilla socialista del siglo XXI, que gobernó nuestro país por catorce años, dejando una estela de incertidumbre, división social, acallamiento social, persecución al periodismo libre y el agudizamiento de la corrupción, que dejo en sus bolsillos millones de dólares y hoy prófugos la justicia, intentan volver a continuar la orgia, en las mismas trincheras que se acostumbraron a transitar.

Ante esta situación ya no tenemos opción de respaldar en la segunda vuelta a nuestro candidato, cumpliendo la obligación consecuente de dirigirnos a dicho consulado, a protestar por esta actitud, pues nos imaginamos que portando el pasaporte y/o cedula, sin ningún problema pudimos hacerlo, superando imaginaciones que seguro esgrimirán: que se requiere conocer con antelación el número de votantes para solicitar las respectivas papeletas, hecho visiblemente infantil porque es misión de cualquier consulado conocer en su jurisdicción, la cantidad de votantes y solicitar la cantidad adecuada de boletas con antelación cumpliendo el papel elevado, de permitir ejercer ese derecho al ecuatoriano, en cualquier sitio del mundo donde se encuentre.

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