Improvisando en seguridad

De mantenerse la tendencia de estas primeras semanas del 2022, Ecuador va camino a que este sea el año con el mayor número de asesinatos del que se tiene registro. Al volumen de muertes se suma, además, el carácter cada vez más osado y espectacular de los hechos delictivos; la semana pasada el país se las vio con incursiones en lancha que se saldaron en masacre, sicariato en restaurantes de lujo, asesinatos en barrios turísticos y ejecuciones en la vía pública. Tampoco se puede hablar ya de una crisis focalizada. Además de Guayas, otras provincias como Los Ríos, Esmeraldas y Sucumbíos viven también una epidemia de violencia, que avanza por todo el país.

Corremos el riesgo de acostumbrarnos a la impunidad y al silencio. Varios de los más insignes casos de sicariato que se han visto en años pasados, así como la indescriptible barbarie de las matanzas carcelarias, permanecen sin esclarecerse y sin sancionados. Pese a la ya inocultable inundación de armas de grueso calibre —uno de los elementos más determinantes en el recrudecimiento de la violencia— no se ha logrado evidenciar ni desmantelar ni una sola red de tráfico de armas. Se habla de microtráfico y de control de territorio, pero esa supuesta comprensión de la dinámica del hampa no termina de reflejarse en detenciones ni en pacificación del territorio.

Tras cada estallido de violencia, se busca distraer a la población con discusiones triviales, pero todo tiene un límite. Se alcanza ya a percibir que no existe una estrategia ni una política de seguridad, sino meras improvisaciones y cortinas de humo.

FRASES DEL DÍA

«Vivir es como avanzar por un museo. Luego es cuando empiezas a entender lo que has visto.

Audrey Hepburn (1929-1993), artista británica

«Quien tiene lengua afilada se corta con ella tarde o temprano.

Robson Koenig (1923-1998), político austriaco