Recientemente, el país se vio sacudido por hechos delictivos que involucraban joyas de altísimo valor y grandes cantidades de efectivo.
En una señal alentadora, se anunció hace algunos días que cientos de organizaciones políticas, concesiones mineras, joyerías y bolsas de valores, entre otros, deberán reportar mensualmente a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE). Esto permite ampliar notoriamente el control estatal en un ámbito en el que, desde hace muchos años, no se había exigido reportes a nuevos actores.
Ecuador enfrenta condiciones únicas que lo hacen especialmente vulnerable al lavado de activos y al financiamiento del terrorismo y el crimen organizado. Su economía dolarizada facilita el ingreso de dinero procedente de actividades internacionales ilícitas. La cercanía geográfica a zonas protagónicas en la industria del narcotráfico, con su acentuada liquidez, lo expone a un peligroso flujo de narcodólares. Por último, la minería de metales preciosos, que cada vez cobra más relevancia, es uno de los sectores más atractivos para el crimen internacional por las posibilidades de lavado que ofrece.
Decisiones políticas como la dolarización, la integración regional y la apuesta por la minería requieren también medidas que prioricen la seguridad. La cesión de espacios por parte del Estado, como aceptar una divisa extranjera, reducir controles comerciales o apostar por concesiones a mineras privadas, deben ir acompañadas de un desarrollo legal y policial que permita acompañar la sofisticación y la variedad de las nuevas amenazas que, inevitablemente, se derivan también de ello.
FRASE DEL DÍA
«Nunca se debe subestimar la capacidad de un pequeño grupo de personas dedicadas de cambiar el mundo; ha sido lo único que ha logrado hacerlo.
Margaret Mead (1901-1978), antropóloga estadounidense.