El gobierno necesita a Borrero

La reaparición del vicepresidente Alfredo Borrero resulta sumamente oportuna para el gobierno. Este momento, con la consulta popular en el horizonte, el régimen del presidente Guillermo Lasso necesita convocar todo apoyo posible y, al mismo tiempo, proyectar una imagen de incuestionable unidad. No queda claro cuáles fueron los motivos que estuvieron detrás de la inusual y persistente ausencia del segundo mandatario, pero es una circunstancia que, si el Ejecutivo busca asentarse en el cargo y poner fin a rumores especulativos, no debe repetirse.

En su entrevista con La Hora, Borrero hace promesas concretas con respecto al sector de la Salud, como construir más hospitales, trabajar más en prevención reducir la corrupción y elevar las cifras de abastecimiento. En teoría, con toda su experiencia profesional y con todo el apoyo del presidente, el vicepresidente cuenta con todas las herramientas necesarias para llevar a cabo dicho cometido; además, en el momento actual, una pronunciada mejora en el sistema de salud pública sería una de las mejores herramientas con las que podría contar el régimen para mejorar su credibilidad y cifras de aceptación. Sin embargo, se trata de una tarea que requiere muchísimo diálogo y, por ende, protagonismo; Borrero debe estar dispuesto a llevar a cabo dicho esfuerzo y Lasso a tolerarlo.

Al mismo tiempo, el vicepresidente declara a los cuatro vientos su lealtad y se rehúsa a tomar parte de cualquier esfuerzo desestabilizador. Ojalá ese compromiso se mantenga conforme su visibilidad aumente y, con ello, los cantos de las sirenas conspirativas.