El alegre legado de Nicolás Kingman

Durante veinte años, Nicolás Kingman fue el director de Diario La Hora. Al igual que en todo lugar por el que pasó, dejó una profunda huella con su genuina e inimitable mezcla de erudición, jovialidad y bondad. A lo largo de sus casi cien años de vida, tuvo la fortuna de ser amigo cercano de muchos de los principales pensadores y creadores del país, y testigo privilegiado de muchos de los hechos que definieron nuestro presente. Un nuevo libro, “El Nicolás Kingman y la novela que no fue” de su nieto Diego Martínez, revive oportunamente su legado, tan gigantesco como versátil.   

En un país en el que, cada cierto tiempo, el Estado tiende a comprar e instrumentalizar a los intelectuales, Kingman tuvo la valentía de mantenerse siempre independiente. Su carácter alegre y su vivacidad mordaz no le hubiesen permitido ser un cortesano más, devoto de las intrigas. En lugar de ello —y quizás gracias a ello— trabajó y creó durante toda su vida.

La política fue una de sus grandes pasiones, pero con la mente puesta en el servicio público, no en la conquista del poder. Vivió épocas de extremos, pero armado de buena fe siempre supo tender puentes con compatriotas de todas las tendencias y no le dio a la ideología más importancia de la que merece. Quizás por haber tenido una infancia tan dura, y por haber conocido de cerca el sufrimiento en los rincones más agrestes del país, jamás perdió de vista que lo único que al final de cuentas importaba era el bienestar de la gente.

‘Don Nico’ fue siempre un ejemplo de cómo enfrentar tiempos difíciles con rectitud, autenticidad y, especialmente, alegría. Resulta oportuno mantener vivo su legado.

FRASES DEL DÍA

«La creatividad requiere el coraje de dejar ir las certezas.”

Erich Fromm (1900-1980), psicólogo alemán

 

«Todo disfraz repugna a quien lo lleva.”

Silvina Ocampo (1903-1994), poeta argentina