El alcalde con prisa

El nuevo alcalde de Quito, Santiago Guarderas, estará apenas 19 meses al mando de la ciudad —y eso, asumiendo que no haya incidentes que acorten aún más su mandato—. No tiene tiempo para implementar proyectos pomposos o ambiciosos; si intenta hacerlo, se va a quedar corto y la ciudad tendrá que soportar dos años más de inoperancia. En ese caso, su carrera política estará acabada, como sucedió con otros exalcaldes que no estuvieron a la altura, y pasará a la historia capitalina como aquello que asegura no ser: un ambicioso e intrigante escudero usurpador.

Sin embargo, hay un par de cosas que Guarderas sí puede hacer para marcar la diferencia en este momento crítico de la capital. Más que a armar, la suya tiene que ser un alcaldía dedicada a desarmar.

Lo primero que debe deshacer es toda la estructura putrefacta y esclerótica que se ha formado en la administración capitalina, en las empresas públicas municipales y en los sistemas de entrega de permisos ambientales y de construcción. Para estas alturas, ya poco importa quién los ideó y los engordó; tampoco es momento de pensar en cómo reemplazarlos -ese plan de largo plazo deberá asumir la próxima administración- pero sí los puede exponer, desarticular y denunciar.

La otra tarea, para la que sí tendrá tiempo, aunque requiere temple y decisión, es garantizar la seguridad de los quiteños. El Municipio de Quito tiene los recursos necesarios y junto con la Policía, la comunidad y la empresa privada, debe prevenir el delito y desarticular estructuras que permiten y socapan el crimen en la Capital.

Durante la gestión del nuevo Alcalde, no faltará quien cuestione su legitimidad. Solo podemos esperar que los silencie con honestidad y seguridad.

FRASES DEL DÍA

«Quien se hace a sí mismo un gusano, no puede quejarse después de que lo pisoteen.”

Inmanuel Kant (1724-1804), filósofo alemán

«El primer paso para persuadir a otros es mostrar una disposición sincera y evidente a ser persuadido.”

Anne-Marie Slaughter (1958), escritora y jurista norteamericana