Dardos en democracia

El racismo es aún un tabú en Ecuador. Amplios e influyentes sectores de la sociedad se rehúsan a discutirlo; apelan a excusas comunes en otras sociedades con pasado colonial o esclavista. Desdeñan el tema como la invención de un grupo interesado en generar convulsión política o como una moda extranjera que no amerita deliberación.

Esto dificulta la discusión sobre otro tema fundamental, la libertad de expresión. Si la sociedad se rehusa a asumirse como poseedora de prejuicios, se torna imposible discutir sobre el apropiado ejercicio de la libertad en un país aquejado por dicho mal. Eso genera conflictos entre activistas e impulsores; unos denuncian racismo y piden control, mientras otros denuncian censura y reclaman tolerancia.

La tolerancia hacia las expresiones públicas de racismo fue fundamental para que este eche raíces en la sociedad, pero la libertad de expresión también permite tomar conciencia y combatirlo. La censura no es y nunca será la solución; evadir temas espinosos solo perpetúa prejuicios y nos aleja de la empatía y la consideación del ‘otro’ como igual.

Ecuador ha recobrado muchas de las libertades que le arrebató la tiranía correísta, la de expresión y opinión una de ellas, que este medio ha jurado proteger bajo cualquier circunstancia. Aquellas extienden a la audiencia la libertad de pronunciarse, así como a directivos de medios, sean estos privados, públicos o usurpados por el Estado.

El debate es fundamental, y elevar a la escena pública tabúes como el racismo y la incomprensión entre divergentes segmentos sociales, ideológicos y políticos, siempre levantará polvo y despertará pasiones. De eso también se construye democracia.

FRASES DEL DÍA

«Si la felicidad se reduce apenas a bienestar, puede entrar en contacto con la justicia.”

Adela Cortina (1947)
Filósofa española

«Las verdaderas victorias resguardan la vida humana, no la destruyen ni surgen de sus cenizas.”

Huséin I (1935-1999)
Rey de Jordania