Eddy Arrobo Rodríguez
Conocidos los resultados electorales, los mismos avizoran una segunda vuelta para el 11 de abril de 2021, la mayoría de ecuatorianos nos quedamos con la incógnita y en nuestra mente nos cuestionamos ¿y ahora?.
Como ciudadanos debemos realizar una lectura y análisis político, hacer un balance del proceso electoral que se vivió, esto al margen de los resultados de los candidatos por quienes nos decantamos, independientemente de que estos resultaren ganadores o perdedores. Llegó el momento de saber aceptar y respetar los resultados oficiales, pues estos reflejan el pronunciamiento del soberano en las urnas, convirtiéndose en la máxima expresión del pueblo democrático.
Hay que destacar que el candidato que se sitúa en el primer lugar con un 32,06% de votación, está muy lejos de sus aspiraciones que los colocaban como triunfador en una sola vuelta. Es menester subrayar que el 67,94 % de votos restantes van en contra del correísmo. Por otro lado, sumando la votación de 11 de los candidatos, no logran ganar al porcentaje de votos nulos, convirtiéndose en los chimbadores que participaron sólo por la asignación presupuestaria.
Se ha registrado un empate técnico entre Yaku y Lasso, por lo que uno de ellos será el que dispute la segunda vuelta. El pueblo está llamado a identificar la propuesta más idónea para que el país salga de la crisis. Seguramente los finalistas utilizarán un sinnúmero de estrategias políticas con la finalidad de captar el voto popular y en los próximos días se promoverá la unión de las diferentes “fuerzas democráticas”.
Debemos tener presente que la contienda electoral no es derecha vs. izquierda, sino de dictadura vs. democracia; de trabajo vs. caridad, de castigo vs. impunidad, de integridad vs. corrupción.