En esta época de pandemia, bien vale insistir con mensajes médicos a mis lectores orientados a robustecer las prácticas que minimicen el impacto de este temido patógeno.
En esta oportunidad, divulgaré los resultados de un estudio realizado en Andalucía por un grupo de expertos y publicado el 29 de abril de este año en una revista de prestigio de este país (EEUU), que valoró y observó a 16.401 pacientes afectados de este mal, quienes recibieron antes de internarse, dosis diarias de vitamina D, notando como resultado, la reducción significativa de muertes por este virus.
Hace mucho tiempo se conoce los beneficios de su diaria administración, cuya acción de regular el metabolismo del calcio y fósforo es una de sus cualidades; su deficiencia, acarrea al hombre enfermedades esqueléticas (al hueso) y extra-esqueléticas (fuera del hueso), que día a día preocupan a la ciencia médica humana y veterinaria.
Referente a sus necesidades diarias, la ciencia sitúa para el hombre un rango de 15 a 25 mcg, que equivale de 600 a 1000 UI, existiendo dos formas de administrarse: recibiendo sol y por la dieta. La primera, es fundamental para su asimilación diaria; la segunda, hay dos formas: administrando como vitamina D2 (colecalciferol) de origen animal y D3 (Ergocalciferol o Colecalciferol) de origen vegetal, pero que requiere de la primera para su asimilación.
La secuencia ajustada que describe los beneficios del estudio, resumo: los rayos ultravioletas del sol, transforma el 7 dehidrocolesterol en colecalciferol, que al ir al hígado y ante una enzima la 25 hidrovit D se transforma calcifediol, sustancia que en el riñón se transforma en calcitriol, llegando a las células produciendo los resultados que asombra a la ciencia, principio que hasta inhibe la acción del virus Covid- 19, en medio de otros beneficios, recomendando a mis lectores consumirla.