‘Vientos del pueblo’

Xavier Oquendo Troncoso

Así se llama una de las colecciones emblemáticas del Fondo de Cultura Económica. Ideada por Paco Ignacio Taibo, hace menos de seis años, para publicar textos cortos de autores conocidos en lengua española, de todas las generaciones y en varios géneros: han salido obras de cuento, crónica, fragmentos de novelas e historia, relatos de no ficción y poesía. Además, la colección es ilustrada y cada título se lo vende a muy bajo costo. La intención es llegar a muchos más lectores y que su difusión sea masiva.

En Ecuador, el Fondo de Cultura Económica ha publicado dos de estos emblemáticos libros (en México se publicó a una primera autora ecuatoriana: María Fernanda Ampuero, con ‘Subasta’, en 2019): ‘Los limones del huerto de Elisabeth’ de la quiteña Gabriela Alemán y ‘Los últimos días de Pompeya’ de la guayaquileña Sonia Manzano.

El primero es una magnífica crónica sobre una investigación realizada por la escritora, en Paraguay, a propósito de la historia de ‘Nueva Germania’, un proyecto que tuvo como propósito fundar en ese país una comunidad alemana antisemita. Gabriela recrea, en su texto, a dos personajes históricos: Bernhard Förster y su esposa, Elisabeth Nietzsche (la hermana del célebre filósofo). Una narración muy interesante, con las ilustraciones del mexicano Daniel Silva.

Por otra parte está el libro de Manzano: un intenso y poético relato, narrado en una voz irónica y desenfadada, añadiendo una mesurada y pensante visión feminista. La referencia comparativa entre la desaparición de Pompeya y los personajes del cuento está muy bien llevada, así como el entramado en las acciones y el descenlace poderoso, matizado con un lirismo preciso. El libro está acompañado por las ilustraciones del ecuatoriano Benjamín Viteri.

El bello título de la colección viene de un poema del gran Miguel Hernández. Dice en su primer cuarteto: “Vientos del pueblo me llevan,/ vientos del pueblo me arrastran,/ me esparcen el corazón/ y me avientan la garganta”. Estos dos libros son liberadores de conciencia, grandes portadores de una estética especial, esencial, profunda, con la misma fuerza que debería sacudir la literatura. Los invito a acercarse a las obras de estas dos talentosas ecuatorianas. Dos trabajos inolvidables.