Vergonzoso

LUIS COELLO KUON YENG
LUIS COELLO KUON YENG

Cómo las ánimas salen por las noches a hacer sus aspavientos y sustos, así actuó la excelentísima Asamblea Nacional del Ecuador, al conceder la amnistía a 268 personas por diversos problemas judiciales, entre ellos  líderes políticos y sociales que participaron en las protestas de octubre de 2019.

Fueron 99 ánimas las que otorgaron las libertades; ¡en combo! Sí ya sé, la retórica de ¡cómo dejaron Quito!, ¡los vandalismos generados, a partir de protestas que los “líderes” no lograron contener!, ¡secuestrados!, ¡vejados y maltratados ciertos periodistas!, etc. Pero lo que me angustia es que cualquiera puede, en nombre de la “protesta social”, acometer diversos actos fuera del orden legal, para luego declararse perseguido por la justicia, autoproclamarse mártir y después solicitar indulto, perdón y olvido. O cómo decimos en las esquinas: “borrón y cuenta nueva”. Zas, aquí no ha pasado nada y me voy campante, porque soy un bacán y vivo la vida que es un carnaval. Y se me piden rendir cuentas por mis actos, exijo que la audiencia sea en idioma ancestral y no en español.

Durante dos años y cinco meses no se llegó a resoluciones judiciales definitivas, nuestro Sistema Judicial a paso de tortuga, mientras que la Asamblea a la velocidad de la luz, (Albert Einstein se miccionaria de las risas), declara exculpados a todos, sin analizar caso por caso. Fue incapaz de discernir, diferenciar los procesos a través de los cuales se imputaban a cada persona, pero prefirió hacer un menudo y así exonerar a personas que como dije antes, en nombre de la protesta social, se pasaron de la raya destruyendo parte de una ciudad.

Lo decidido es vergonzoso, legal sí lo es; pero no todos debieron ser indultados. Por debajo de la alfombra, deben existir intereses políticos para haber tomado estas posturas. Dijeron las y los asambleístas, que el propósito de la amnistía es para volver la pacificación a nuestra sociedad y para una reconciliación nacional. Ojalá así sea, pero conociendo a nuestros políticos, aquí lo que es premura son los intereses de cada uno sobre el interés colectivo. Así como actuaron raudamente deben trabajar en discutir leyes que convengan al país. Por amor de Dios, la delincuencia gana espacio y está sembrando de terror nuestra nación.

En Esmeraldas es un clamor que alguien haga algo. Ustedes en la Asamblea poseen proyectos estancados de seguridad, descómbrenlos ¡ya!, los ciudadanos pedimos que así como actuaron ahora, lo hagan siempre.