Así como criticamos hace poco la astucia con la cual mucha gente importa vehículos de lujo sin aranceles comprando o utilizando los cupos de discapacitados, nos llega otro capítulo más de la viveza criolla ecuatoriana, sí, como era de esperarse ahora nos enfrentamos al de los personajes “influyentes” que valiéndose de contactos han llegado a obtener dosis de vacunas para sus allegados, ésta situación es totalmente igual a la descrita en el inicio, aquí viene un tema de estricta ética, el tema es simple, las vacunas llegaron al país de tal manera que se priorice a la población en fases empezando por el Plan Piloto o Fase 0 en donde se incluían en principio al personal de primera línea que estaba atendiendo la pandemia directamente en hospitales estatales, IESS, etc, después en la fase 1 viene todo el personal de salud de la red pública y privada, la Policía, Fuerza Pública, docentes, personas de la tercera edad, personal de recolección de desechos, socorristas, brigadistas etc. Mientras que la fase 2 es en donde ya se incluye a toda la población mayor a 18 años y es ahí en donde al parecer ya entramos la gran mayoría.
El caso del Club Rotario de Guayaquil o el Club de Leones de Quito es asombroso puesto que han obtenido vacunas para inmunizar a sus socios, nada más indignante que hayan utilizado influencias para obtener una ventaja que resulta poco ética sobre el Plan de vacunación, igualmente el caso del mismo ex Ministro de Salud Juan Carlos Zevallos que aprovechó su posición de autoridad para acceder a vacunas para sus familiares es reprochable desde todo punto de vista y así nos hemos enterado de a poco la cantidad de personas que no debían ser parte de esta fase pero que no han perdido la oportunidad de hacerlo.
El sol no se puede tapar con un dedo y seguramente todo saldrá a la luz, como ciudadanos debemos respetar, ser ordenados, educados y especialmente éticos. Después no nos quejemos de los gobernantes, pues es el fiel reflejo de quienes los eligen.